Inmerso en una profunda depresión, un hombre habría intentado quitarse la vida clavándose un puñal a la altura del corazón para dejarse morir junto a la tumba de quien supo ser su esposa. El sereno del cementerio lo halló y una ambulancia lo trasladó a un centro de salud. Por fortuna fue asistido a tiempo. Desde la fiscalía ordenaron que se le brindara asistencia psicológica mientras se restablece.

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Parecía un jornada normal de agosto, hasta que el sereno del cementerio privado Jardín del Sol de La Banda, ubicado a la vera de la ruta 51, descubrió pasado el mediodía a un hombre tendido en el suelo que tenía un puñal clavado en el pecho y se estaba desangrando.

Desesperado, el sereno miró a los costados para ver si había alguien que pudiera haber atacado al abuelo de 70 años, pero éste le manifestó que él mismo se había autolesionado. El anciano afirmaba que ya no quería vivir.

El empleado del cementerio salió a la ruta a pedir auxilio a cualquiera que pasara. Afortunadamente -un milagro- transitaba por allí una ambulancia. El sereno le hizo señas y la unidad se detuvo. Ingresaron de inmediato y trasladaron al herido al Centro Integral de Salud Banda. El paciente luego fue derivado al Hospital Regional.

Los efectivos de la Comisaría 12 fueron informados de la situación y de inmediato se entrevistaron con el sereno.

Lógicamente a los efectivos les generó dudas el relato y le informaron al fiscal de turno, Dr. José Alberto Piña, el cual tomando los recaudos necesarios, dispuso que se le tomara una declaración testimonial tanto a él como los paramédicos de la ambulancia, que fueron los primeros en asistir al anciano.

Paralelamente, el fiscal ordenó que efectivos de la División Criminalística se hicieran presentes en la escena del hecho y realizaran las pericias correspondientes; también que secuestraran el cuchillo, extraído por los médicos del Centro de Salud Integral de La Banda.

Las dudas respecto de lo sucedido comenzaron a despejarse cuando los policías entrevistaron a los paramédicos, los cuales señalaron que ellos también escucharon que el herido, hasta ese momento ya identificado como de apellido Galucci, domiciliado en la ciudad Capital, le manifestaba al sereno del cementerio que él se había clavado el puñal.

Las averiguaciones permitieron dar con familiares del abuelo, quienes informaron a la Policía que Galucci estaba atravesando un estado depresivo desde hace aproximadamente 4 años, cuando falleció su esposa, cuya tumba se encuentra en el cementerio donde Galucci intentó quitarse la vida.

De milagro, el puñal no tocó ninguna arteria ni el corazón. Los médicos le diagnosticaron poco más de diez días de curaciones, ya que sólo debía cicatrizar la herida del pecho.

Fuente: ElLiberal.com.ar