SAN DIEGO.- Elementos de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en conjunto con agentes aéreos y marítimos detuvieron dos barcos frente a la costa de San Diego.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada de este jueves y tras el operativo se logró detener a 18 personas que pretendían ingresar ilegalmente a ese país.
De acuerdo con el informe la noche del miércoles, Agentes de CBP en un avión policial detectaron un barco que cruzó a las aguas territoriales de Estados Unidos desde México.
Ahí rastrearon el bote y dirigieron a la tripulación de un barco de intercepción costera CBP a su ubicación.
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Pasada la medianoche, cuando los agentes de marina de CBP encendieron sus luces y sirenas en su embarcación, el barco se detuvo a ocho millas náuticas al oeste de Point Loma; ahí había 10 personas a bordo.
Posteriormente se percataron a otro bote que cruzó las aguas territoriales de Estados Unidos desde México por lo que enviaron otro barco para interceptarlo cuando se acercaron le indicaron al bote que se detuviera y este hizo caso omiso y huyó.
Esto ocasionó un amplio operativo y finalmente detuvieron el bote para lo que usaron entrenamiento táctico especial para desactivar el motor del bote.
La persecución terminó aproximadamente a un cuarto de milla náutica de Coronado. Los agentes contaron ocho personas a bordo.
“Estos contrabandistas no tienen en cuenta la seguridad de sus pasajeros u otras personas en el agua. Operan rutinariamente embarcaciones sobrecargadas sin luces de navegación requeridas y operan dentro de zonas de surf impredecibles y peligrosas “, dijo Chris Hunter, Director Adjunto de la División de Operaciones Marinas de San Diego.
“El resultado más seguro es que nuestros agentes detengan el bote en el mar, antes de intentar un aterrizaje en la playa. Los desembarcos ilegales en la playa son peligrosos para todos a bordo en las mejores circunstancias. Me alegro de que ambos incidentes terminaron con todos traídos a salvo a la costa “, explicó.
En ambos casos, los agentes de interceptación marítima de CBP llevaron los botes con sus ocupantes al muelle en San Diego, donde entregaron a los individuos a agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para su procesamiento.
Desde el primer bote, los agentes identificaron: siete hombres, de 23 a 38 años; dos mujeres, de 29 y 39 años; y un adolescente, de 17 años.
En el segundo bote, los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos identificaron: seis hombres, de 23 a 38 años, y dos mujeres, ambos de 29 años. Los agentes determinaron que los 18 eran ciudadanos mexicanos sin capacidad legal para ingresar al Estados Unidos, y fueron expulsados de inmediato a México.
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