AGENCIAS.-El 24 de diciembre del 2017, un entonces repartidor de Eskisehir, ciudad de Turquía, escupió una pizza mientras se tomaba una selfie y posteriormente la entregó al cliente.

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Dos años después del asqueroso accidente, podría enfrentarse a una pena de 18 años en la cárcel.

Así lo informa AFP, pues durante la quinta audiencia del juicio, celebrado este 23 de enero, el fiscal exigió de dos años y medio a 18 años de prisión bajo los cargos de "poner en peligro la vida o la salud de otras personas alterando los alimentos" y "degradación de la propiedad".


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La posible sentencia ha levantado polémica al rededor del mundo, considerando los criterios de justicia del país de Oriente Medio, que castiga con 15 años de cárcel el delito de "pertenencia a una organización terrorista armada", según afirma la agencia de noticias DHA.

Como sea, en redes sociales ha vuelto a circular ampliamente el video del momento en que el exrepatidor abre la caja, se toma una foto junto a la pizza y luego se filma escupiéndola en por lo menos tres ocasiones. Las imágenes han provocado indignación y enfado.

Por su parte, la sucursal para la que estaba contratado subrayó que desde que tuvo conocimiento del asunto lo cesó de sus funciones y circuló un reporte a toda la empresa.

El responsable fue descubierto gracias a que su acción quedó grabada en las cámaras de seguridad de un vecino que las observó días después del incidente y alertó a las víctimas para que presentaran una denuncia.


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