AGENCIAS.- Un bombero australiano le mandó decir al primer ministro, Scott Morrison, que "se largue y se vaya al diablo”, mientras empeoran los incendios forestales en el país y aumentan las críticas por la gestión del gobernante.

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“Díganle al primer ministro que se largue y que se vaya al diablo”, gritó el bombero ante las cámaras de una televisora local.

Con temperaturas récord superiores a los 40 grados centígrados y el viento en contra, miles de bomberos y reservistas siguen luchando contra los más de 200 incendios activos en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria que han dejado al menos 23 muertos y arrasado con millones de hectáreas desde hace cuatro meses.


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El reclamo del bombero a Morrison, que se volvió viral en redes sociales, refleja el descontento de gran parte de la ciudadanía con el 'premier’, quien ha sido acusado de responder con lentitud a la emergencia.

De acuerdo con la prensa australiana, el bombero enfurecido se desvaneció de cansancio poco después de lanzar su reclamo y contó lo difícil que ha sido contener las llamas en la localidad de Nelligen, en Nueva Gales del Sur.

PAÍS EN LLAMAS

En el sudeste del país, la región más poblada, se declaró el estado de emergencia.

El viernes se había dado la orden de evacuar a más de 100 mil personas de tres estados.

Desde el comienzo de la temporada de incendios en septiembre, al menos 23 personas han muerto, según el primer ministro.

Otras decenas están desaparecidas y más de 1.300 casas han quedado reducidas a cenizas. Ha ardido una superficie equivalente al doble de Bélgica.

Los incendios también fueron mortíferos para la vida silvestre y destruyeron casi todo el parque nacional de Flinders Chase, en Kangaroo Island, que alberga canguros y koalas, informaron las autoridades.


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