AGENCIAS.- Los creadores de Gato X Liebre, una investigación que a finales del año pasado comprobó el engaño a los consumidores por parte de restaurantes, supermercados y pescaderías al venderles una especie de pescado por otra de menor valor, como la sustitución de bacalao por tiburones y rayas, llega ahora en plena época de cuaresma: Agua por Pescado.

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“Sabíamos que existe una técnica que se llama glaseado, que es una cobertura con agua congelada sobre el filete o los camarones y es algo que se usa normalmente para mantener la calidad del producto”, explicó Renata Terrazas, directora de Campañas de Transparencia de Oceana México.

Pero lo que se desconocía hasta hoy es que el glaseado de filetes y camarones, lo terminan pagando los mexicanos como si se tratara de proteína animal.


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“Y esto pudiera no ser un problema si sólo te cobran el filete que está adentro, pero la realidad es que también te están cobrando toda el agua alrededor”, detalló Terrazas.

El nuevo estudio de Oceana México, señaló la directora de Campañas de Transparencia, comenzó a principios de 2020, cuando se practicaron pruebas a 82 muestras compradas en 10 cadenas de supermercados en la capital del país.

“Ahí la cifra es un poco espeluznante, 98 por ciento de las muestras tenían glaseado, que no te informaban y te lo cobraban”, indicó.

Destacó que, en promedio, el agua congelada pesa 30 por ciento del total del producto del mar empacado para su venta.

“Los camarones son los que tuvieron en promedio mayor peso en agua, en glaseado, y entonces esta agua, aquí se alcanza a ver, tú vas sumando cada uno, pues llegas a tener arriba del 30 por ciento”, comentó.

Renata Terrazas dijo que esta situación se observa sobre todo en especies importadas de especies como Tilapia, Basa y camarones, donde el glaseado que pagas puede llegar a pesar hasta el 57 por ciento del total.

Advirtió que los comercializadores aprovechan el vacío legal que existe en México para cobrar el glaseado, por lo que es urgente que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Secretaría de Economía se sumen a los trabajos que realiza la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y organizaciones de la sociedad civil.

Lo anterior con el fin de evitar una competencia desleal con los productores mexicanos y se pueda crear una verdadera política de trazabilidad de las pesquerías, que rastree el pescado del barco al plato, que frene la pesca ilegal y que arroje como resultado un etiquetado para que el consumidor sepa qué está comiendo.

“Estoy muy segura que ni la propia autoridad, en este caso la Profeco tiene idea que esto sucede, entonces lo que necesitamos es generar un marco legal, que señale que esto existe, que lo regule y sobre todo que obligue a las comercializadoras, a los supermercados, a informar al consumidor cuál es el porcentaje de agua que se está llevando y que no lo se la cobren”, manifestó


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