Un estudio reciente descubrió que los agricultores chinos, sin conocimiento alguno han estado empleando un tipo de fertilizante que contiene una sustancia química llamada forclorfenurón, el cual es una sustancia es capaz de aumentar el tamaño de una sandía hasta en un 20% a un ritmo acelerado.

Luego de utilizar esta hormona en algunas sandías, los agricultores descubrieron que al abrirla por la mitad esta poseía grietas internas y su sabor no era el mismo al igual que su textura, por otro lado las semillas pasaron de tener un pigmento negro característico de la sandía a tener un color blanco poco usual.

Al parecer este tipo de químico hace explotar la fruta por dentro, pero, según declaraciones del el Director del Instituto Vegetal de Investigación en la Academia de Ciencias Agrícolas de Qingdao, Cui Jian, este producto no es nocivo para la salud, pero resaltó que es mantenerse alejados de aquellos productos que hayan sido alterados químicamente.

A continuación te presentamos un vídeo donde puedes apreciar los grandes daños que trae consigo la exposición química a frutas como la sandía.