TIJUANA.- Excesivo el tiempo de espera para cruzar a Estados Unidos durante los últimos días, los pasajeros esperan más de cuatro horas.
La gente sigue cruzando a pesar de las restricciones en la frontera entre México y Estados Unidos. La movilidad entre Tijuana del lado mexicano y San Diego del lado estadounidense no para, la interacción entre familias por diversos motivos es intensa y diaria como el caso de Juan Enrique quien cruza a diario la garita de San Ysidro.
“Hemos tardado hasta 6 horas aquí en la línea para ir a trabajar, está mal porque dormimos menos para sacar adelante a la familia, 6 horas. Nada más que aguantar el sol y la calo para ir a trabajar”, dijo Juan Enrique Cruz, residente de California.
Quienes cruzan la frontera entre Tijuana y San Ysidro, al norte de México reportan esperas mucho más altas de lo anticipado. En los últimos días, algunos viajeros han esperado hasta más de cuatro horas para ingresar a Estados Unidos por la garita de San Ysidro.
“Hace dos semanas estuve parada aquí 7 horas en la línea, donde solamente dos puertas estaban abiertas, mal porque la gente de todas maneras entra y sale por trabajo o por necesidades, es frutranste es aburrido y mucho tiempo”, señaló Erika Cortez, residente de Los Ángeles.
Según datos de la CBP esta última semana se redujeron los carriles de entrada hacia Estados Unidos por la Garita de San Ysidro, la mañana de este miércoles sólo estaban abiertos 15 de las 30 carriles que utilizan los viajeros para cruzar, una serie de ajustes en respuesta a la contingencia sanitaria por el Covid-19.
La larga espera y el tráfico lento, causa perjuicios a los vendedores en la Garita Internacional de San Ysidro, como a doña Lucia quien ve a los viajeros estresados.
“Me da mucha tristeza y desesperación porque veo a la gente aquí, a un lado del carro donde yo estoy trabajando duran hasta dos o tres horas sin moverse, a veces traen niños, mucho calor, y ellos van muy estresados. A penas con esto del coronavirus empezó este desorden”, expresó.
El cruce de México hacia Estados Unidos se mantiene abierto para ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes y personas que viajan por cuestiones laborales, educativas o médicas entre otros motivos considerados esenciales. Quienes viven también los efectos de la pandemia al esperar por muchas horas para cruzar a trabajar o a vivir en los Estados Unidos.