AGENCIAS.- Tras una década de silencio y el movimiento cada vez más intenso de #FreeBritney, la cantante, Britney Spears hizo explosivas declaraciones ante un juez en Los Ángeles donde se centra principalmente en su padre.

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“He estado en negación. He estado en estado de shock. Estoy traumatizada ”, dijo la cantante en la audiencia durante una intervención telefónica. “Sólo quiero recuperar mi vida”.

La princesa del pop pidió al juez que la tutela impuesta que la ha mantenido bajo el yugo de su padre, termine pues considera que es abusiva.

“Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta”, aseguró la cantante en su intervención llena de declaraciones contundentes como: “no soy feliz”, “no puedo dormir” y “me sentí drogada”.

Britney Spears no puede tomar ni las decisiones más básicas de su vida

Spears dijo que quiere casarse con su novio Sam Asghari y tener un bebé, pero la tutela no le permite hacerlo. Señaló a la corte que la están obligando a tomar anticonceptivos contra su voluntad.

“Todo lo que quiero es poseer mi propio dinero y que esto termine y que mi novio pueda llevarme en su auto”, dijo Spears.

En contraparte, el padre de la cantante, Jamie Spears negó responder a las declaraciones de su hija con el argumento de “preservar su privacidad” y no sacar a la luz “detalles de su estado de salud” en una audiencia pública y con presencia de periodistas.

Desde hace varios años, la cantante tiene prohibido usar su celular y redes sociales. A sus 39 años no puede salir con alguien que ella elija. Tampoco tiene oportunidad de escoger el color de los gabinetes de su cocina cuando es ella quien provee el dinero.

De acuerdo con una serie de informes judiciales publicados por The New York Times en 2014, Britney Spears se mostró opuesta a que su padre continuara como su tutor legal, citando sus problemas con el alcohol y un control excesivo.

El diario publicó los informes horas antes de que la artista interviniera en un juzgado de Los Ángeles que decidirá el futuro de esta figura legal que controla todas las decisiones de su vida desde hace 13 años.

En 2014, el abogado de Spears, Samuel Ingham, afirmó que la artista tenía miedo a su padre y quería sacarlo completamente de la tutela.

Dos años más tarde, otro informe indicó que la cantante sentía que la tutela se había convertido “en una herramienta opresiva y controladora en su contra” y que, según palabras de Spears, el sistema tenía “demasiado, demasiado control”.

El movimiento #FreeBritney, que afirma que la estrella se mantiene contra su voluntad bajo un dominio legal que le niega incluso las libertades personales más básicas, tiene puestos de avanzada en todo el mundo y ha atraído un intenso escrutinio de los medios sobre el caso de la cantante en los últimos años.


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