El internet se ha vuelto un elemento tan natural en nuestras vidas que actualmente no somos capaces de visibilizar los peligros a los que exponemos nuestra vida al publicar todas y cada una de las cosas que hacemos. Sin dejar de mencionar la enfermedad que aqueja severamente a la generación de hoy, la cual se ve presionada socialmente por demostrar lo fabulosas que son sus vidas. Pareciera que un recuerdo se vuelve ficticio si no lo mostramos a través de todos nuestros perfiles en redes sociales.

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La constante e intermitente aprobación que creemos que debemos recibir por cada decisión que tomamos, cada viaje que emprendemos o cada cosa que hacemos en nuestro tiempo libre ha provocado que la sociedad esté profundamente delimitada por personas inseguras, tímidas, las cuales no creen estar a la altura del mundo actual. Por ello es que nuestra intimidad está cada vez más expuesta. Todos saben a dónde vamos y a dónde estuvimos ayer, la necesidad de encajar en un mundo excesivamente globalizado ha provocado que se pierda el verdadero valor de la privacidad, por el cual muchas figuras públicas luchan de forma constante. Es así como esto ha vulnerado y sigue vulnerando nuestras vidas, nuestras fotografías e imágenes pueden ser vistas por cualquiera. La privacidad no existe realmente en internet, por lo que día a día nos exponemos a ser chantajeados, extorsionados e incluso estafados.

Esto le ocurrió a una chica, quien en un día como cualquier otro recibió un mensaje de un desconocido, el que le aseguraba que si no le enviaba más desnudos, difundiría por redes sociales sus fotografías más íntimas. Ella tras no saber de lo que se trataba, intentó obtener más detalles del sujeto que pretendía chantajearla. 

Nunca imaginamos lo expuestos que estamos hasta que algo realmente nos ocurre. Este chico que quiso pasarse de listo, nunca imaginó que la mujer de la cual quería obtener desnudos, terminaría chantajéandolo a él. Y es que cualquiera con un poco de tiempo podría llegar a inmiscuir en nuestra vida sin nuestro permiso, por lo que tras verse sumamente vulnerada, ella decidió que le enseñaría una lección que nunca olvidaría. 

Resultó ser que el chico tenía enlazado su perfil de Facebook con su cuenta de Whatsapp, lo que le permitió a ella obtener información privada de él y todos sus familiares. Con un sólo click, la intrépida chica logró obtener fotografías de sus padres, hermanos e incluso de su madrina. Al mostrarle la extensa evidencia que tenía y con la cual lo amenazó con contarle a todos a lo que se dedicaba en sus tiempos libres, el chico terminó desmintiendo todo.

En lugar de asumir lo que estaba intentando hacer, el chico, identificado como Yahir Martínez, eliminó su cuenta de Facebook y le aseguró a la chica que un amigo de él estaba detrás del chantaje. Incluso, simuló que alguien más había tomado su teléfono celular y había estado hablando con ella. Ella tras ver cumplido su cometido, comprendió que no sólo se trataba de un vil chantaje, sino que este chico había intentado conseguir sus fotografías para posteriormente seguir vulnerando su privacidad.

Además de darle una gran lección al ingenuo chico, esta chica nos enseñó las precauciones que debemos tener al usar la maravillosa herramienta que es internet. Sin quererlo y sin pensarlo, somos nosotros mismos quienes fomentamos que este tipo de chantajes sigan tomando las riendas de la red. 

Información de UPSOCL