TIJUANA.- Hace 8 años nació Bastet Cat Café, un proyecto que surgió de la necesidad de ayudar a contrarrestar el problema de la sobrepoblación de gatos en situación de calle y la poca solvencia para mantener un refugio por parte de rescatistas.
Este concepto ha sido previamente realizado en otros países, adaptándose a la dinámica de nuestra ciudad fronteriza y desarrollado por las hermanas Barajas, tijuanenses de corazón.
Con gran alegría queremos compartir una meta más lograda por Bastet, que consiste en haber llegado a la adopción No. 1500, lo que significa haber conseguido colocar en hogares amorosos a mil 500 mininos.
Cada gatito que llega a nosotros tiene su historia; algunas más impactantes que otras, pero siempre con un final feliz. Hemos dado hogar a gatos con todo tipo de carácter, incluso hemos rescatado gatos ferales que son encontrados con mucho miedo y/o con comportamiento agresivo. Otras personas pensarían en dormirlos, sin embargo, todo gatito necesita una oportunidad.
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Los gatitos ferales poco a poco se van dando cuenta que están en un lugar seguro donde se les respeta, donde no sufren hambre ni frío y con el tiempo ellos buscan el cariño de los humanos; y eso nos alegra mucho, al igual que lograr que sean adoptados.
Parte de nuestra misión es ayudar a disminuir la sobrepoblación de gatos y perros, un problema que sigue muy latente no solo en nuestra ciudad, sino también en todo México. Tristemente nuestro país es el número 1 en Latinoamérica con la mayor población de perros y gatos en condición de calle.
Es por ello que, con gran esfuerzo, a través de nuestras 36 jornadas de esterilización se intervinieron a más de 6,700 mascotas, evitando así una reproducción en promedio de 12 millones de animales en estos años. Asimismo, y con el fin de llegar a más ciudadanos e incentivar la adopción responsable, también realizamos jornadas de adopción en varios puntos y eventos de la ciudad.
Hemos tenido hasta 120 gatos en hogar temporal con distintas necesidades de atención y rehabilitación, que va desde gatitas embarazadas, mamás con sus bebés, gatos bajo tratamientos médicos y otros en espera de ser adoptados.
Claro que todo esto no sería posible sin ayuda; y es por eso que queremos agradecer y reconocer enormemente a la comunidad tijuanense, bajacaliforniana y sandieguina, por el apoyo brindado y la suma de esfuerzos a esta incansable labor.
Gracias también a cada uno de los adoptantes que, con un gran y desinteresado amor, les han dado una segunda oportunidad a los mininos de Bastet.