En una reciente entrevista para MVS Noticias, Luciana Wainer abordó el uso de la grafología en los juzgados de México. A pesar de su falta de respaldo científico, esta práctica pseudocientífica sigue siendo utilizada, especialmente en casos que involucran a mujeres. Wainer mencionó el caso de Mariel, quien busca justicia en un caso de violencia sexual infantil. En este caso, el acusado, un magistrado, usó la grafología como defensa, generando una polémica sobre su validez en el ámbito legal.
Puntos Clave
La grafología no es reconocida como una ciencia válida por expertos en psicología y neurociencias.
Se utiliza frecuentemente en juicios, a menudo en contra de mujeres, levantando críticas sobre discriminación.
El caso de Mariel ilustra el abuso de esta práctica en el sistema judicial.
La grafología carece de evidencia científica y no puede ser considerada una prueba confiable en un juicio.
La grafología, que se basa en el análisis de la escritura para determinar la personalidad, ha sido un tema de debate y controversia. Aunque algunos, como la conocida grafóloga Maryfer Centeno, la consideran útil, no cumple con los estándares científicos necesarios. Esto es preocupante, especialmente cuando se trata de decisiones judiciales que afectan a menores y pueden perpetuar la violencia de género.
Mariel ha estado luchando durante cinco años por la justicia para sus hijas, quienes fueron víctimas de violencia sexual. El padre biológico, acusado de estos abusos, ha intentado obtener la patria potestad de las menores utilizando un estudio de grafología. Este estudio se basó en fragmentos de la firma de Mariel, que fueron tomados de una libreta escolar de hace cinco años. La interpretación de la grafología en este caso fue absurda, sugiriendo rasgos de maldad en Mariel basándose en cómo escribe la letra “L”, una práctica que muchos consideran charlatanería.
La Falta de Validez Científica de la grafología
La grafología no cumple con los principios básicos de la ciencia. No hay reproducibilidad, control de variables ni predicciones consistentes. Un estudio en el Psychological Bulletin muestra que este método no es efectivo para predecir el desempeño o la personalidad. Además, el International Journal of Assessment indica que las evaluaciones de grafólogos tienen la misma precisión que las de personas sin entrenamiento.
A pesar de esto, en México existe una lista de peritos grafólogos dentro del poder judicial, incluyendo miembros del Colegio Mexicano de grafología. Esto plantea serias preguntas sobre la integridad del sistema judicial y cómo se toman decisiones que afectan a las víctimas de violencia. La controversia se ha extendido a las redes sociales, donde figuras como Mr. Doctor y Maryfer Centeno debaten sobre el tema en YouTube, generando una audiencia dividida.
Casos Similares del indebido uso de la grafología
El caso de Mariel no es único. Hay muchos otros en los que la grafología ha sido utilizada de manera inapropiada en juicios. La jueza de lo familiar aún no se ha pronunciado sobre este tema, pero la situación es alarmante. La secretaria de las mujeres, Yalia Hernández, ha expresado su preocupación y ha prometido investigar el uso de la grafología en los juzgados.
Es fundamental que se tomen medidas para evitar que estas pruebas sin fundamento continúen siendo utilizadas. La justicia no debe ser un juego, especialmente cuando se trata de la vida de menores. Algunos críticos argumentan que el uso de la grafología en contextos legales podría incluso infringir la libertad de expresión, al juzgar a las personas por su forma de escribir.
Conclusión
La grafología, aunque pueda parecer interesante para algunos y sea defendida por figuras mediáticas como Maryfer Centeno (también conocida como Mari Fer Centeno), no tiene lugar en el sistema judicial. Las decisiones que afectan a las víctimas de violencia deben basarse en pruebas sólidas y científicas, no en interpretaciones subjetivas de la escritura o el lenguaje corporal.
La lucha de Mariel es un recordatorio de que el sistema necesita cambios urgentes para proteger a los más vulnerables. La justicia debe ser imparcial y fundamentada en la verdad, no en prácticas cuestionables que pueden causar más daño que bien. Es hora de que las instituciones legales reconozcan la grafología como lo que es: una pseudociencia desacreditada que no tiene cabida en decisiones que afectan vidas.
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