Confiado en el voto mayoritario de los bajacalifornianos que anhelan el cambio en Baja California, el candidato a la gubernatura Jaime Bonilla Valdez, dice estar preparado y dispuesto a rescatar a nuestra entidad del caos en el que la tienen los gobernantes panistas que “ya se van”.
A escasos días de las votaciones del próximo domingo 2 de junio, el abanderado de “Juntos Haremos Historia en Baja California”, reflexiona sobre los retos a los que se enfrentará de ser resultar electo nuevo gobernador, como confía que será por voluntad de los bajacalifornianos.
En el tema del desorden financiero y la exagerada deuda pública que el gobernador Kiko Vega dejará como su “herencia”, el abanderado de la coalición conformada por MORENA, PT, PVEM y Transformemos, dijo contundente: “No me asustan las finanzas en quiebra que me deja Kiko Vega y su gabinete”.
“Conocemos el tema de las finanzas, están quebradas y es un completo desorden que tenemos que investigar y castigar a los responsables, comenzando por el gobernador panista… las finanzas en quiebra no me asustan, porque las vamos a poner en orden y tendremos apoyo del gobierno federal”.
Plantea emprender, una vez logrado el triunfo electoral el próximo domingo 2 de junio, en realizar una reestructuración financiera, pero también administrativa y operativa, en el Gobierno del Estado, para eficientar al máximo y adelgazar la nómina “que los gobernantes panistas engordaron”.
“Con la nueva estructura tendremos funcionarios expertos en los cargos, no improvisados, y nos vamos ahorrar 12 mil millones de pesos y vamos a redireccionar ese ahorro a otros rubros de urgente necesidad, para atender primero a los pobres, a quienes han vivido treinta años en el abandono gubernamental”, expresó.
El candidato Bonilla Valdez comenta que ha podido comprobar que quienes han gobernado y pretenden quedarse más años, “usan la nómina para fortalecer el voto duro de su partido y poder así imponerse en las elecciones, pero eso ya no lo podrán hacer esta vez porque los bajacalifornianos ya estamos hartos de su derroche y pillaje”.
Citó el puntero en las encuestas de preferencias electorales, que el presupuesto de 57 mil millones no debe quedar hipotecado con nueva deuda, como la aprobada recientemente por el Congreso local, con el apoyo de la bancada panista que se ha convertido en cómplice del gobernador Kiko Vega.
“El Estado está de cabeza, está tronado... Kiko Vega le debe a la UABC, no paga a tiempo a los maestros, tampoco atiende las necesidades de los hospitales y está distanciado de los agricultores, a los que tiene olvidados… solamente pone atención en donde tiene interés como empresario inmobiliario”.
Reiteró que en sus doce recorridos de campaña en los cinco municipios de Baja California, incluyendo Isla de Cedros y el llamado “sur profundo” del municipio de Ensenada, que al llegar a la gubernatura por voluntad mayoritaria del electorado, “no se quedará ningún joven sin ingresar a las universidades”.
También aseguró que dedicará especial atención al sector salud, en un esfuerzo coordinado con el nuevo régimen federal, para hacer que la atención médica y hospitalaria sea gratuita para todos, incluyendo las medicinas; en las escuelas primarias entregarán desayunos calientes a los alumnos.
Otro de los temas prioritarios es el de abatir la inseguridad, para lo cual considera urgente e ineludible otorgar mejores sueldos y prestaciones a los elementos policiales, sin perjuicio de desaparecer la Policía Estatal Preventiva que “ha sido la policía del gobernador”.