Conmociona el caso de una muerte por la falta de un medicamento especial para el cáncer. Esto ha costado vidas infantiles

“Yo siento que si hubiera recibido las vacunas como deben tal vez su sistema hubiera estado reforzado, pero fueron tres semanas de medicamento que Mariana no recibió; después la internaron un mes y todo el medicamento dentro del hospital se lo cubrían, pero pues ya saliendo del hospital no fue mucho el tiempo que estuvimos afuera, estuvimos dos semanas, fue cuando ella falleció.”

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Son las palabras de Judith Torres, madre de Mariana Pérez, una niña de siete años que murió el pasado cinco de julio. Judith considera que el desabasto de medicamentos para pacientes con cáncer del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG) en el mes de marzo fue decisivo en la salud de su hija.

“La metieron a otro tratamiento que se llama la timoglobulina, fue un segundo tratamiento, se la aplicaron, pero ya como mi hija no tenía muchas defensas salió muy débil de su tratamiento y pues a las dos semanas que salió de su tratamiento, se enfermo de su estómago y falleció.”

Sus conclusiones contrastan con la opinión de Luis Juárez, jefe del departamento de Hematoncología del HIMFG. “Atribuir a la falta de un medicamento este deceso (el de Mariana) pues es algo que no se puede probar, es algo que no influyó de manera determinante independientemente de cuáles fueron las causas, porque la mortalidad que vemos nosotros en los niños con cáncer en la actualidad está más relacionada a procesos infecciosos y no propiamente a la enfermedad.”

Fue la respuesta que dio el doctor en una pregunta expresa sobre el caso de Mariana durante el posicionamiento del HIMFG el 27 de agosto, en torno al desabasto de medicamentos, en específico el del metotrexato que derivo en la manifestación del 26 de agosto en la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Filgrastim fue el medicamento que Mariana dejó de recibir para tratar su anemia aplásica, un síndrome preleucémico.

“Ese medicamento era vital, porque estimula las defensas, mi hija, como su médula ósea no funcionaba, sus defensas no trabajaban normal, entonces tenían que inyectarla de dos a tres veces por semana”, explicó Judith.

Mariana era la tercera de seis hijos de la madre soltera que vive en la alcaldía Gustavo A. Madero, tenía siete años y aún con su padecimiento acompañó a su mamá a las manifestaciones del mes de marzo, cuando los padres de familia protestaban por la falta de purinethol, vincristina, temozolamid y filgrastim, conjunto de fármacos que se utiliza para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda y otras variantes de y tipo de cáncer.

Este gesto de la niña en pie de lucha no fue olvidado por los padres de familia que se lo hicieron saber a Pedro Flores, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, quien llegó para atender la protesta del lunes en el aeropuerto por la falta de un medicamento especial para el cáncer.

“Nos comentaron que no iba a volver a pasar, pasó; la segunda vez nos comentaron que no iba a volver a pasar y pasó; la tercera que nos acompañó Marianita, le digo al licenciado que estuvo presente, ya falleció la niña, y pasó, ¿cuántos más niños tienen que morir para que esto no vuelva a pasar?”, increpó Omar Hernández, uno de los padres manifestantes al funcionario de Salud que no atino a dar ninguna respuesta y sólo mantener un gesto duro.

También se lo recordaron a Arturo Medina, subsecretario de gobierno de la Ciudad de México quien, ya había tenido negociaciones con los padres en una manifestación previa a la del 26 de agosto.

“La vez pasada fue una niña, se llamaba Marianita, en paz descanse y usted la conoció licenciado, ¿se acuerda de Mariana?¿Mariana era la única niña que iba con nosotros.”

“Ella luchó porque sabía que esto era importante para ella y para otros niños, entonces yo siento que esta lucha tiene que seguir porque tienen que hacer caso que hay niños luchando por su vida y no se juega con eso”, recordó Judith.

La nula de respuesta de las autoridades afectó a la pequeña quien llegó a pedirle a su mamá que se rindieran, a pesar de la falta de un medicamento especial para el cáncer.

“Me decía mamá ya déjame así, ‘mamá ya no quiero ir, ya no te estreses, yo se que no hay medicamentos y no hay dinero, ve primero por mis hermanos, ya no quiero seguir’, cuando antes era de ‘sí mamá vamos al hospital, vamos a echarle ganas’, pero cuando empezó a faltar el medicamento así, ella me decía ‘ya no mami ya no’”.

Sin embargo, el medicamento llegó y volvió la esperanza a Mariana, quien se había acercado a la fundación doctor Sonrisas, quien se comprometió a cumplirle uno de sus sueños, conocer al “Vítor”, un personaje interpretado por el actor Adrián Uribe.

El actor le envió un video a la niña. “Hola Marianita cómo estás soy tu amigo “El Vitor” supe que te pusiste malita, échale muchas ganas Marianita porque ya me enteré por ahí, me lo dijo un pajarito que me quieres conocer en persona y ¿qué crees?, yo también te quiero conocer en persona.” 

El encuentro estaba programado para el 9 de julio, Mariana murió cuatro días antes. “No te voy a negar que ahorita siento un alivio, porque ella ya no está sufriendo esto, están sufriendo los otros papás, o sea yo me doy cuenta de lo que está pasando y de la desesperación que tienen por los niños”, señaló Judith.

“¿Ninguno de los niños puede morir?”, se le preguntó: “No, no, no, e insisto, esto es opinión médica”. Pareciera no ser una urgencia médica.

En los institutos nacionales de salud se han multiplicado las quejas por atención indebida de variantes de cáncer como leucemia linfoblástica.

Incluso han pedido apoyo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya que hay pacientes que han manifestado retrasos hasta en 300 pacientes desde el pasado 31 de diciembre. Aunque han negado la falta de un medicamento especial para el cáncer.

La comisión federal para la protección contra riesgos sanitarios COFEPRIS no se ha pronunciado en torno a posible desabasto o falta de medicamentos sustitutos. Para los familiares el desabasto de medicamentos para pacientes con cáncer del Hospital Infantil fue la causa de la muerte.

Los padres están desesperados