
La agenda económica y política de Donald Trump para 2025 ha estado marcada por importantes cambios y desafíos en las políticas. En el ámbito económico, su administración ha reintroducido aranceles, especialmente contra China, Canadá y Europa, con el objetivo de reducir el déficit comercial y proteger el empleo estadounidense.
Sin embargo, estos aranceles también han suscitado preocupación por la inflación y el aumento de los costos para las industrias que dependen de las cadenas de suministro globales. En el ámbito político, su administración ha enfrentado obstáculos para avanzar en importantes prioridades legislativas, como los recortes de impuestos, la seguridad fronteriza y el gasto en defensa, debido a los desacuerdos dentro del Partido Republicano.
En el ámbito internacional, las políticas de Trump han generado debates sobre la acción climática, el comercio internacional y las relaciones geopolíticas. Su regreso al cargo se ha descrito como un “cambio de mentalidad”, lo que indica un cambio significativo en el orden económico y político global.
La agenda internacional de Donald Trump para 2025 enfatiza un enfoque de “Estados Unidos Primero”, centrado en el comercio, la seguridad nacional y la independencia energética. Su administración ha priorizado la renegociación de acuerdos comerciales para favorecer a las industrias y los trabajadores estadounidenses, al tiempo que impone aranceles a países como China para abordar los desequilibrios comerciales.
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En materia de seguridad, Trump ha restablecido políticas como la de “Permanecer en México” y ha ampliado las medidas de seguridad fronteriza, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas del orden. Su administración también ha tomado medidas para designar a ciertos cárteles como organizaciones terroristas extranjeras.
En materia energética, Trump se ha retirado del Acuerdo Climático de París y ha derogado regulaciones para impulsar la producción energética nacional, con el objetivo de lograr la independencia energética.
El enfoque de Donald Trump respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania en 2025 se ha caracterizado por sus esfuerzos por negociar la paz, a la vez que lidia con complejas dinámicas geopolíticas. Su administración ha propuesto un alto el fuego de 30 días, aceptado por Ucrania. Trump también ha mantenido comunicación directa con Vladimir Putin, enfatizando la necesidad de una solución pacífica.
Algunos lo acusan de favorecer a Rusia al suspender inicialmente la ayuda militar a Ucrania y al hacer declaraciones controvertidas sobre el papel de la OTAN en el conflicto. Su enfoque también ha generado divisiones dentro de su propio partido, y algunos republicanos han expresado su preocupación por su gestión de la situación.
Dr. Alejandro Díaz-Bautista, Profesor Investigador en Economía Internacional en el Colef.
Distinguido miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y ahora en la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).