AGENCIAS.- La Fiscalía General de la República (FGR) informó que José Jorge Balderas Garza, alias el JJ fue sentenciado a 36 años de prisión
por los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero delitos contra la salud, y custodiar recursos de procedencia ilícita.
Sin embargo, el JJ se dio a conocer debido a que fue quien disparó contra el futbolista Salvador Cabañas, quien en ese momento vivía su mejor momento con el América, soñaba con su mundial y luego con ir a Europa.
Hace poco más de 12 años del ataque que puso al borde de la muerte al paraguayo y con la sentencia del exintegrante del Cártel de los Beltrán Leyva se cierra el círculo de la tragedia.
Balderas Garza se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social número 15 de Tapachula, Chiapas y con su sentencia se revivió lo ocurrido con el futbolista cuya tragedia inició cuando entró al baño del Bar Bar y tras discutir con el JJ, este le disparó y casi le provoca la muerte aunque no aceptó haber disparado a Cabañas, pese a que informes oficiales, declaraciones de testigos y reportes periodísticos señalaban que sí fue quien atentó contra la vida del jugador paraguayo.

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Balderas acusó a Cabañas de estar borracho al momento de su discusión en el Bar Bar. "Se puso a pelear conmigo. En el baño, le pedí permiso. No me hizo caso. Me tiró un golpe y ahí fue donde yo me molesté. Traté de calmar la situación, pero él andaba muy borracho.

Cabañas salvó su vida después de estar en coma durante una semana. Tardó dos meses en salir del hospital. La bala que le fue disparada esa madrugada se quedó alojada en su cabeza para siempre. Tuvo que retirarse del futbol y, a la postre, enfrentó la ruina personal: su esposa y su representante se quedaron con todo su dinero. Aunque intentó volver al futbol en divisiones menores, su principal actividad ha sido la de panadero, junto a sus padres.

Hasta ese momento, Cabañas había labrado una sólida carrera en México. Primero con Jaguares de Chiapas, equipo con el que se dio a conocer, y luego con el América, en donde encontró todos los reflectores nacionales y continentales: fue goleador de la Copa Libertadores dos años seguidos en 2007y 2008. Al mismo tiempo, en Paraguay, El Mariscal comandaba a la generación más brillante que se haya visto.

Cabañas ha sostenido que no recuerda con claridad lo que pasó, pero también ha reiterado que no guarda rencor contra Balderas Garza: “siempre lo voy a decir y si encuentro al señor delante de mí le diré que lo perdono. Por algo estoy con vida".

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