CIUDAD DE MÉXICO.- La colilla del cigarro que te fumaste hace un año podría estar en el mar... incluso si no la tiraste en la calle. De acuerdo con diversas investigaciones, el mayor contaminante de los océanos no son los popotes, sino las colillas.
La organización Greenpeace estima que el 79% de los plásticos que se han producido y desechado ha terminado en el mar. El viento, la lluvia y el mal manejo de la basura provoca que una gran cantidad del plástico termine en el mar, o en ríos que finalmente desembocan en el mar.
Cada año se fabrican 5 mil 600 millones de cigarros y dos terceras partes llegan a los océanos de forma irresponsable, lo que contamina con residuos plásticos los mares.
También Greenpeace ha pedido legislaciones que prohíban el uso de filtros, que no tienen beneficio real en la salud de los fumadores, pero provocan una enorme cantidad de basura.
Por otra parte, las colillas de cigarros también pueden provocar incendios forestales cuando las personas las arrojan a bosques, lo que provoca la pérdida de terrenos extensos.
Además, las colillas de cigarro tienen un impacto mucho más negativo en la salud de los animales del mar, pues además de ser plásticas contienen sustancias químicas tóxicas.
Fuente: Excélsior