TIJUANA. – El estero de Imperial Beach en San Diego California podría ser un caso de estudio de antropología social por las incontables capas de basura que se han acumulado; residuos arrastrados por lluvias o derrames de aguas residuales que fluyen desde la ciudad de Tijuana, consideró José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C. (CIGA) 

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El experto en temas ambientales, dijo que la basura acumulada es la historia del consumismo y también del mal manejo de residuos flotantes que se va quedando a lo largo del canal del Río Tijuana y cañones como el de Los Laureles en Tijuana; una parte importante de estos contaminantes termina en el estero de Imperial Beach, un humedal que tiene un impacto en los ecosistemas de esta zona binacional.

“La cuenca del Río Tijuana termina allá y después de las lluvias de los últimos días, hemos visto un paisaje terrible de basura. Desechos que se dejaron en las calles porque no se cumplió el servicio de recolección o por falta de educación ambiental; al final la lluvia arrastró los residuos hasta cañones de Tijuana y finalmente el estero de Imperial Beach”, lamentó.


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José Carmelo Zavala Álvarez, detalló que los humedales desempeñan un papel crucial en la salud de los entornos naturales. Estos ecosistemas acuáticos proporcionan beneficios esenciales que van más allá de su apariencia; desde la purificación del agua hasta la protección contra inundaciones y la preservación de la biodiversidad; tienen funciones que pasan desapercibidas por la comunidad en general.

Señaló que estas áreas naturales y artificiales son hogar y sitio de reproducción para gran cantidad de especies. Desde aves migratorias hasta peces, plantas acuáticas y terrestres. Los humedales además actúan como filtros naturales que purifican el agua, eliminando contaminantes y mejorando la calidad del líquido vital.

“Los tenemos en la península de Baja California, Imperial Beach es uno; por el lado mexicano, La Misión, Lagunita, San Quintín, Punta Banda y también al extremo, en el Golfo, está el Delta y el cauce del Río Colorado. En áreas del interior podríamos hablar de la laguna Hanson, incluso las mismas presas, el Alamar, sitios que se inundan donde hay mucha agua y eso provoca mucha vegetación”, explicó.

El director del CIGA, detalló que estas áreas son sitios sensibles ambientalmente que deben de avanzar hacia un estatus de conservación, ser áreas protegidas en alguna modalidad, ya que la pérdida de humedales amenaza directamente a muchas especies que tienen su hábitat natural o que son parte de la migración natural, algunas en peligro de extinción.

“En el municipio de Ensenada, La Lagunita se ha hecho cada vez más chica, eran 70 hectáreas, quedan poco más de 30. El estero de Punta Banda y qué decir del cauce del Río Colorado, que son miles de hectáreas que pueden ser destinadas a la conservación en alguna modalidad de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y Finalmente decir que, Las Arenitas, que son parte del tratamiento de aguas residuales de Mexicali, hoy es un humedal construido y exitoso para aves, flora y fauna que se está recuperando”, reconoció.

Proteger y preservar los humedales se convierte, por lo tanto, en una tarea urgente para salvaguardar la biodiversidad.