TIJUANA.- La escuelita de El Chaparral que implementaron tres profesoras ha llegado a su fin luego de 70 días, el miedo fue uno de los factores para que las maestras decidieran huir debido al hostigamiento del que eran presas.

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“Fueran atacadas, hostigadas y que pusieran en riesgo la protección de sus propias familias al charlar con ellas se les ofreció que vinieran a casita de luz para que pudieran salir de este peligro, en cualquier momento esto puede llegar a consecuencias deplorables y es lo que queremos evitar” explicó Irving Mondragón, Líder del Campamento el Chaparral.

 Maribel, Victoria y Evelin son maestras originarias de Honduras y se conocieron en el Campamento a donde llegaron con el mismo objetivo, cruzar a Estados Unidos y trabajar para tener una vida mejor.


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Ahora, las profesoras decidieron abandonar el sitio debido al clima violento que se vive en la zona.

“Sí se puso un poco complicada, ya no es un ambiente en el caso de nosotros que andamos con niños, uno lo que quiere es bienestar para los niños le preguntamos a Irving si nos podía acoger en su casa de Luz y eso ha sido una luz y vamos a esperar el proceso desde acá”, explicó Evelin, profesora del Campamento el Chaparral.

Las maestras no son las primeras en abandonar el Campamento de El Chaparral, hay otros que se han ido porque recibieron algunas amenazas, violencia y malos tratos. En el caso de ellas, querían impedirles que impartieron clases a decenas de alumnos que acudían a diario por instrucción.

“Hay mucha incertidumbre, confusión, las noches se han vuelto de amenazas hay grupos que no entienden el peligro en el que incurrimos y que al ver que ya hay casas de campaña, una cocina y una escuelita, no han entendido está espera, quieren tomar el control a la mala, hoy estaban amenazando de que quieren ir a la línea de San Ysidro para protestar”, señaló Mondragón.

Las profesoras, encontraron un albergue en Tijuana, un lugar donde han instalado sus pertenencias y las tres conviven con sus familias a pesar de extrañar a los alumnos

“Nos salimos del campamento con el corazón roto pues nuestro apoyo era muy de corazón podría decirse para los niños y ellos se quedaron sin escuelita, pero siempre vamos a regresar”, finalizó Evelin.


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