Al menos cuatro personas murieron y otras cuatro resultaron heridas durante un tiroteo ocurrido anoche en una fiesta de disfraces de Halloween en una casa en la ciudad de Orinda, en el norte de California.

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Todo esto a dos días de otro ataque en el mismo estado que dejó tres muertos y nueve lesionados.

La policía respondió a un aviso de tiroteo en una fiesta, informó David Cook, el jefe del Departamento de Policía de la ciudad.

Imágenes de video transmitidas por ABC7 News mostraron a una persona en una camilla cuando era llevada a una ambulancia y jóvenes que parecían invitados a la fiesta,.

Varios de los heridos iban disfrazados, caminando en la calle afuera de la casa.

La fiesta había sido convocada en las redes sociales y más de 100 personas se encontraban cuando ocurrió el tiroteo.

Sospechan que un hombre empleó una ametralladora y actuó solitario.

Orinda, la ciudad del condado donde se cometió el múltiple crimen queda a unos 50 kilómetros al este de San Francisco.

Vieron al agresor pero escapó luego de matarlos a tiros

Las autoridades todavía no cuentan con todos los detalles de lo ocurrido durante la fiesta.

Tampoco se sabe el paradero del asesino.

Según los testigos presentes durante el ataque, un hombre negro con una sudadera naranja fue el agresor.

Narran que disparó con lo que presuntamente era una ametralladora antes de escapar de la escena.

Este ataque se produjo dos días después de otro tiroteo en la ciudad de Long Beach, en el sur de California.

Este primer incidente dejó un saldo de tres muertos y nueve heridos, entre ellos siete mujeres.

Un vecino que habló sobre lo ocurrido en la vivienda de alquiler -y que pidió no ser identificado- dijo que vio lo que parecían ser 30 a 50 personas saliendo de la fiesta, corriendo por la ladera para escapar de los disparos. 

De acuerdo con su relato, escuchó al menos cinco disparos que lo sobresaltaron y luego vio los coches de la policía “volando cuesta arriba”.