AGENCIAS.- José Luis Guzmán tiene 52 años y toda la actitud para salir adelante con su vida, antes del covid-19 era mesero, pero luego que esta azotó a los restaurantes, él se quedó sin trabajo y hoy pide limosna.

Noticias Relacionadas

Miles de historias como la de José ocurren a diario, sin embargo, su foto se hizo viral y de primera voz contó a Milenio qué lo llevó a ir a las calles.

“Estiro mi gorra, para no acercarme a los conductores. Me atreví a pedir porque no tuve oportunidad en otros lados. Muchos restaurantes que ya pueden operar, me han cerrado la puerta por mi edad, y otros no me pueden emplear, pues ya tienen a su plantilla base y no cuentan con nóminas más para mí”, detalló.


Tiran cadáveres de pareja, estaban amordazados y violentados


Fue una publicación en redes que visibilizó el caso de José quien mantiene a su hijo y esposa que el año pasado sufrió dos infartos y ahora debe costear su medicamento.

“No es nada fácil estar aquí parado , el sol es muy fuerte y me nortea, pero trato de ser positivo y no dejarme vencer, tengo que luchar por ellos, porque son mi fuerza”, sonrió. Su mochila la cuelga en los barandales que dividen la avenida, en donde carga una botella de agua de guayaba y unas tortas, que dice “para aguantar el hambre” en lo que llega a casa, pues sus casi nueve horas parado en el cruce pidiendo apoyo lo fatiga, pero sabe que en su casa, si no llega con un peso, no tendrán que comer el día siguiente.

“A diario tengo que llevar mínimo para la comida del día de mañana, si no mi esposa no come o mi hijo, tengo que chingarle, pero sé que el día de mañana, alguien me dará un trabajo digno en lo que se compone todo esto”, mencionó.


Te puede interesar: