OSAKA, JAPÓN.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó su breve saludo de este viernes en Osaka con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, para agradecerle su “increíble” trabajo a la hora de contener la inmigración de centroamericanos en la frontera sur de México, según explicó hoy.
“Me reuní con México, con sus representantes, que han hecho un trabajo increíble. Lo aprecio y quiero darles las gracias por ello. Tienen 6.000 tropas en su frontera sur, es muy difícil entrar ahora”, dijo Trump durante una conferencia de prensa al término de su participación en la cumbre del G20, en Osaka.
El mandatario confirmaba así que este viernes conversó con Ebrard, quien representaba a México en la cumbre junto al secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, antes de que comenzara la cita de jefes de Estado y de Gobierno en Osaka.
El jefe de la oficina del canciller mexicano, Fabián Medina, ya había informado este viernes del saludo en su cuenta de Twitter, en la que lo describió como un “encuentro amistoso” e incluyó una foto de Trump junto a Ebrard.
La relación de México con nuestro vecino del Norte llegará a buen puerto en este encuentro, tuiteó también Medina.
Ese contacto, agregó, fue para seguir con el diálogo que hubo hace varias semanas en Washington entre representantes estadounidenses y mexicanos, estos últimos liderados por Ebrard, para evitar que la Casa Blanca impusiera nuevos aranceles a México.
El acuerdo alcanzado en Washington implicó la ampliación a toda la frontera común de un programa que obliga a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar en México hasta que haya una decisión de las autoridades estadounidenses sobre su petición, un proceso que puede tardar meses o años.
Además, después de que se alcanzara ese pacto, México inició el despliegue de unos 6.000 efectivos de la Guardia Nacional -un nuevo cuerpo de seguridad compuesto por militares, marinos y policías- en la caótica frontera de ese país con Guatemala, para contener la entrada de indocumentados.
El pacto cerrado en Washington prevé que a los 45 días se inicie una evaluación de las medidas adoptadas y que se concluya a los 90 días, tras los cuales EE.UU. podría imponer aranceles si no está satisfecho con el resultado en materia migratoria.
México está haciendo un trabajo realmente (bueno), subrayó hoy Trump, y opinó que el país vecino también está intentando “anegar a los cárteles” de la droga.
Trump también confirmó que planea seguir adelante con su amenaza de hacer redadas masivas contra familias indocumentadas que se encuentran en el interior de EE.UU. si no hay un acuerdo esta semana en el Congreso estadounidense para reformar el sistema de asilo.
Deportaremos a grandes cantidades de personas a partir de algún momento después del 4 de julio, el próximo jueves, aseguró el presidente.
Fuente: Debate