ESPAÑA.- Los tickets de compra pueden resultar peligrosos para la salud, aunque a simple vista parezcan inofensivos, esto debido a que entre sus componentes se encuentra el bisefinol-A, causante de enfermedades, malformaciones genitourinarias, infertilidad, cáncer relacionado a las funciones hormonales.
Esto se deriva de una investigación realizada por la Universidad de Granada España. En esto se señala que el 90 por ciento de los recibos que nos dan en las tiendas y supermercados están elaborados con papel térmico y contienen bisfenol-A (BPA).
Los investigadores advierten que no se deben mezclar los tickets con la comida en la cocina al desempaquetar la compra, por ejemplo, el pescado o la carne. Tampoco debemos jugar con ellos, ni arrugarlos para tirarlos, escribir notas o guardarlos en el coche, el monedero o el bolso.
Para el estudio se analizaron los componentes de los tickets de compra de Brasil, España y Francia. Estos tickets riesgosos pueden identificarse debido a que al pasar el tiempo la información impresa se borra.
El bisfenol-A (BPA), un conocido disruptor endocrino que altera el equilibrio hormonal en las personas expuestas y conduce a enfermedades de carácter hormonal como malformaciones genitourinarias, infertilidad, obesidad y cáncer en órganos dependientes de las hormonas, como el de mama.
En el estudio liderado por la UGR, más del 90% de los recibos colectados en Brasil y en España tienen BPA y la actividad biológica de carácter hormonal anti-androgénica está presente en todos aquellos que contienen BPA.
Sin embargo, solo la mitad de los recibos de Francia tienen BPA, lo que confirma que el Gobierno francés tomó medidas desde 2014 para la reducción del compuesto en el papel térmico con vistas a proteger a la población.
liderado por la Universidad de Granada (UGR), en el que participan investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA), el Hospital Universitario San Cecilio de Granada; la Université Paris Descartes y el Hospital Necker Enfants Malades de París (Francia) y la National School of Public Health de Río de Janeiro (Brasil).
Fuente: Debate