TIJUANA.- María Fernanda era la más pequeña de los cinco hijos de José Alberto Pérez García y Reyna Martínez que en un acto de amor y fortaleza decidieron donar sus órganos luego de que le fuera diagnosticada muerte cerebral.

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La niña de 10 años cayó de un segundo piso y fue hospitalizada en la Clínica 1 del IMSS donde pese a los esfuerzos no se pudo hacer más.

Antes de ser protagonistas de esta historia, los padres de María Fernanda no habían reparado en la importancia de la donación de órganos.

María Fernanda era una niña que pensaba en los demás más que en ella misma recuerda su madre

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“Abramos la mente y el corazón, a pesar del dolor hay que pensar que hay gente que está esperando eso, lamentablemente no tenemos la cultura de esto”, explica José Alberto Pérez García.

Los padres de la niña se muestran fortalecidos ante la oportunidad de salvar vidas que va acorde con la personalidad de Fer, pues a pesar de su corta edad siempre fue empática y consciente de su entorno.

Padres hacen un pequeño altar en honor a su hija Maria Fernanda

“María Fernanda era muy tierna, amorosa, comprensiva, siempre trataba de ayudar a los demás, quería ir a los hospitales para regalar comida a la gente que espera a sus enfermos -cuando lo del covid- era la más pequeña de mis hijos”, recuerda su papá.

María Fernanda sufrió un accidente que le provocó muerte cerebral pero con sus órganos varios niños recuperaron la esperanza de vivir.

Por su parte, Reyna narra como era protectora y amorosa con sus amiguitos, además de muy responsable, aún con la pandemia usaba su uniforme para tomar sus clases en línea.

“Pensaba más en los demás que en ella misma”, señala su madre.

Respecto a los receptores de los órganos de María Fernanda “son un cachito de mi hija, aunque no los conozca los quiero porque llevan una parte de mi niña y espero algún día conocerlos”.

Jesús Alberto Pérez García, padre de María Fernanda, fue una hermana de él quien les habló de la donación de órganos.

Finalmente, los padres hacen un llamado a la población a informarse y donar cuando se tenga oportunidad, su historia es difundida con ese fin.

“Gracias al IMSS por las atenciones que le brindaron a mi hija desde el momento que ingresó y esto no se hace con un lucro, esto se hace con la finalidad que se sepa que se puede ayudar a gente con la donación de órganos, con ir a donar sangre porque hace falta en los hospitales”.

Esta pequeña era la menor de cinco hermanos del matrimonio de Jesús Alberto y Reyna

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