TIJUANA.- Han pasado dos días desde que Nayely González sufrió una brutal golpiza por parte de su expareja, un elemento de la policía municipal; el caso se viralizó luego que ella decidió alzar la voz y dejar evidencia de la agresión para que esta pudiera proceder.
De acuerdo con el testimonio de la afectada, su expareja aprovechó que ese din de semana le tocaban los niños a él, por lo que ella estaba sola en casa, a donde ingresó rompiendo los candados.

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Luego de irrumpir en la vivienda poco antes de las 6 am del domingo 18 de diciembre, el agente, revisó el celular de Nayely y le reclamó por tener contacto con una persona y la amenazó y comenzó a golpearla.


La mujer y su agresor tuvieron un matrimonio de 12 años, pero todo cambió cuando su pareja ingresó como policía municipal, hace siete años, empezaron los golpes y la violencia emocional contra ella y contra sus tres hijos.


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La víctima refiere que nunca presentó denuncia debido a que las agresiones no dejaban heridas que duraran más de 15 días, algo que el agente sabía y lo usaba para amedrentarla.

"Me pintaba como si yo fuera la mala, la loca, la agresora, era muy inteligente al agredirme porque no dejaba marcas (…) la gran diferencia entre antes y ahora, es que antes era violencia familiar y el día domingo él quiso matarme a golpes, porque el sabía que si yo vivía iba a ir a denunciarlo porque yo tenía golpes muy visibles y como seguía con vida me arrastró al auto para llevarme al cerro a matarme y yo lo suplicaba que no me golpeara, porque tenemos tres hijos y no importaba nada, su intención era matarme", narró Nayely.


La señora decidió terminar con su relación de 12 años debido a la infidelidad y maltrato psicológico, en los 11 meses que llevaban separados, ella intentó llevar una relación cordial de padres, pero no se pudo.


Actualmente, Nayely cuenta con una orden de restricción contra el policía y está a espera de acudir al médico para que realicen más exámenes para poder integrar la carpeta de investigación.


Ahora, Nayely quiere pedir a las personas que la ayudaron a testificar a favor, pues no ha podido ni regresar a su casa por miedo a que vuelva a agredirla y ahora sí cumpla su cometido.


"Siempre pensaba en mis hijos antes que en mi, y es que estuve tan cerca de morir y no puedo darle la oportunidad precisamente por mis hijos", finalizó.


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