MONTERREY.- Este miércoles será reinstalada la primera antimonumenta del norte del país para recordar a las autoridades de Nuevo León los casos de violencia contra las mujeres que en los casos más extremos ha derivado en la muerte y desaparición de las mismas.

La colocación de este emblema se llevó a cabo el pasado 15 de mayo en la explanada de los Héroes frente al Palacio de Gobierno, sin embargo, duró menos de 24 horas lo cual para las colectivas y familiares de víctimas que acudieron a la develación significó una clara agresión del gobierno.

La colectiva Nueva Leona Radical fue quien realizó la convocatoria y preparó una placa que la acompañaba con el siguiente texto: “Antimonumenta, Monumenta viva. Dedicada a las mujeres víctimas de Nuevo León machista. 15 de mayo 2022. Nueva Leona Radical”.

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La primera antimonumenta del país se colocó el 8 de marzo de 2019 en la Ciudad de México y al igual que la colocada en Monterrey, recuerdan la deuda histórica que tienen las autoridades con las mujeres.

Para Asteria, parte de la colectiva la situación de violencia que se vive en el estado es por la resistencia a que las mujeres tengan derechos por lo que ellas además de la protesta, dan acompañamiento y también generan ideas de autoempleo como la mercadita que se instaló alrededor de la insignia y que va encaminada a combatir la violencia económica que viven muchas mujeres.

Por eso este miércoles regresarán a colocar la antimonumenta que busca que los gobernantes tengan presente la problemática, además, la Colectiva acusa que tras la colocación la Secretaría de las Mujeres les ofreció dinero para pagar los gastos, lo que fue interpretado como un intento de apropiación, además, de la intimidación que sintieron ya que una vez que quitaron el emblema, les enviaron la placa a domicilio a una de las colectivas.

Sin embargo, para Nueva Leona Radical la lucha debe ir más allá de solo la protesta por los feminicidios o desapariciones, pues cuando esto ocurre es que no se atendió a tiempo la problemática.

En el estado, los casos de desapariciones y feminicidios de mujeres se han recrudecido, y han sido más evidentes con la mediatización de los asesinatos de Debanhi Escobar, María Fernanda Contreras y Yolanda Martínez que hicieron visible el fenómeno que no ha cesado, pero de alguna manera ocultan.

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