"Vas a llorar lágrimas de sangre", le dijo Alberto a Rosa, con quien había tenido 6 hijos y quien lo había dejado desde hace 3 años por los maltratos que sufría su familia con él, en especial su hija Alexa, de quien decía que no era el padre. Y al parecer lo cumplió, pues la pequeña se encuentra en estado vegetativo luego de haber sido envenenada por Alberto.
De acuerdo con Periodico Central, Rosa, de 34 años, había recibido amenazas de Alberto, un año mayor que ella, por no querer regresar con él. Rosa contó que durante muchos años sufrió violencia física y sexual a manos de él, pero decidió separarse por temor a que un día matara a su hija menor Alexa.
La pareja tuvo 6 hijos: la mayor ya tiene 18 años, una hija de 16, un adolescente de 14 y tres niñas de 9, 6 y 3 años de edad. Sin embargo, Rosa contó que Alberto incluso llamaba "bastarda" a Alexa y argumentaba que él no era su padre.
Por ejemplo, contó que cuando Alexa tenía 8 meses de nacida, la pareja discutió y Alberto tomó a la bebé de la ropa, para luego azotarla contra la cama varias veces. "Pensé que un día me la iba a matar", recuerda con angustia.
Por esta razón, Rosa decidió separarse de Alberto, pero se cruzaban frecuentemente en Tetela, donde vive la mamá de él y ella vivía en un cuartito con sus hijos menores, pues las dos mayores ya están casadas.
'Vas a llorar lágrimas de sangre'
Alberto debía pagarle una pensión de 600 pesos semanales para el cuidado de sus hijos, pero no sólo se negó a hacerlo, si no que incluso la amenazó por no querer regresar con él: "Vas a llorar lágrimas de sangre", le había dicho.
El domingo 25 de agosto, Aymar, la hija de 9 años de Rosa, bajó a comprar tortillas. Cuando regresó, traía dos yogures para beber. Le dijo a su mamá que se había encontrado a su papá, quien le dijo que le había comprado el yogur "y uno para Alexa".
Alexa fue la primera en beber y de inmediato Rosa supo que había algo mal. La niña empezó a tener problemas para respirar, su piel cambió de color, se desvaneció y empezó a escupir espuma.
Rosa llevó a Alexa al hospital comunitario de Tetela y más tarde llegaron sus otras dos hijas, quienes también habían bebido de los yogures. Incluso sus perritas habían muerto en su casa, al beber los alimentos que habían quedado envenenados.
En el hospital les dijeron que tenían un fuerte cuadro de envenenamiento, por lo que fueron trasladadas al Hospital General de Zacatlán, donde Alexa cayó en paro respiratorio al menos tres veces. Uno de sus riñones estaba destrozado.
Este lunes, Wendy, la niña de 6 años, ya salió del coma en el que estaba. Aymar también se encuentra mejor. Pero Alexa tuvo que se trasladada al Hospital del Niño Poblano por la gravedad de su caso.
Los médicos le dijeron a Rosa que no saben exactamente qué sustancia están atacando. Incluso, plantearon que quizás no fue envenenada con el yogur, si no con algún químico que ella trajo de su trabajo, pues labora en un invernadero. Sin embargo, Rosa dice que eso es imposible, ya que ella siempre se cambia de ropa antes de llegar a casa, en especial cuando le piden comprar algún químico.
También le explicaron que no le puede proporcionar medicamentos ya que Alexa no está registrada. Rosa no tiene el acra de nacimiento de Alexa, ya que Alberto nunca quisó registrarla y ella, al ser de bajos recursos, no contaba con el dinero para hacerlo.
Aunque la señora está en Puebla, sabe que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya fue a su casa para realizar las diligencias correspondientes: se llevaron a los perros que se murieron y tomaron muestras de la comida y del agua.
En medio de todo el calvario, los médicos ya le dijeron que el pronóstico de Alexa no es nada alentador: si despierta, puede perder el habla, la vista o quedar en estado vegetativo.