TIJUANA. Después de cinco años y medio de incesante búsqueda, Don Eddy Carrillo dará este viernes cristiana sepultura a su hijo Erick Carrillo. En este emotivo momento, estuvo acompañado por Don José Luis Castillo, padre de Esmeralda Castillo, quien desapareció hace 15 años en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Don José Luis acudió al velorio de Erick Carrillo, cuya desaparición y búsqueda resonaron a nivel nacional gracias a la fundación creada por su padre, Don Eddy. Esta organización, financiada con recursos propios, ha logrado localizar a más de 1,600 personas desaparecidas.
Durante el cortejo fúnebre que trasladó el cuerpo de Erick desde la funeraria hasta la Nueva Catedral en Zona Río para la misa, José Luis Castillo fue captado sosteniendo la icónica imagen de su hija Esmeralda, con el mensaje que ha repetido incansablemente: “No la olviden”.
La historia de Esmeralda Castillo
La desaparición de Esmeralda ha conmovido profundamente a la sociedad. Tenía solo 14 años cuando fue vista por última vez el 19 de mayo de 2009, tras descender de un camión de transporte público en el cruce de las calles Rafael Velarde y Vicente Guerrero, en la zona Centro de Ciudad Juárez. Esmeralda debía abordar otro camión para llegar a casa, pero nunca lo hizo.
Despiden a Erick Carrillo luego de cinco años de búsqueda
Desde entonces, sus padres han dedicado su vida a buscarla, organizando manifestaciones y realizando innumerables acciones en Ciudad Juárez y en la Ciudad de México para mantener vivo su caso. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la justicia y las respuestas no han llegado.
En un golpe más a su lucha, a principios de este año, Don José Luis denunció que el nombre de Esmeralda había sido eliminado del registro de personas desaparecidas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) durante una actualización del gobierno federal, lo que intensificó su preocupación por la falta de apoyo institucional.
Justicia y memoria
La emotiva unión de estas dos historias de lucha durante el último adiós a Erick Carrillo es un recordatorio del dolor que enfrentan las familias de personas desaparecidas en México. Su incansable búsqueda refleja la necesidad de que las autoridades prioricen estos casos y brinden el apoyo que tanto exigen y merecen.