Jack Collins tiene 5 años y experimentó un dolor que ningún niño debería tener que soportar. Él estaba de vacaciones familiares en la playa junto a su madre.
Todo iba bien, corría por el patio del hotel y sonreía. Pero de pronto comenzó a sentir una molestia en la entrepierna. Laura, su madre, intentó quitarle el traje de baño, entonces escuchó el grito más fuerte y terrible que haya escuchado de la boca de su pequeño.
“Él dejó salir el grito más desgarrador que he oído en mi vida. Un sonido que ninguna madre debería escuchar”.
Lo que sucedió fue que, mientras Jack jugaba en el agua, la red del short se le enredó en el pene. Por lo que cuando su madre trató de quitarle la ropa, sintió una fuerte dolor en esa zona.
Laura corrió al hotel a buscar unas tijeras, pero no pudo quitarle totalmente la malla. Entonces decidió llevar al hospital a su hijo para que lo tratara un doctor. Ahí Jack fue anestesiado y pudo liberarse del traje de baño. Él estuvo en observación durante varias horas para confirmar que el tracto urinario no haya quedado con daños.
Jack no fue el único con ese problema durante el verano. Esto es algo bastante común y debería tenerse mayor cuidado. La compañía de los shorts pidió disculpas por el incidente y dijo que investigarán el problema. Collins y su madre pudieron seguir disfrutando del sol.