El niño caminaba junto a sus padres por una calle de una ciudad en el sudoeste de China. Estaba a pocos metros de ellos, pero lo suficiente como para meterse en problemas.

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Al ver una alcantarilla mal cerrada, se acercó curioso. Los padres se dieron cuenta de que se acercaba demasiado al hueco, pero tardaron un segundo en reaccionar.

Ni bien pisó la tapa rota, cayó. Desesperado, su padre trató de meterse de pie en la alcantarilla, pero se dio cuenta de que no era la mejor idea.

En lugar de eso, estiró lo más que pudo sus brazos para tratar de alcanzar a su hijo. Y lo logró. Increíblemente, el niño salió ileso, más allá de algunos golpes leves.

"Había agua sucia dentro y no podía verla claramente, se cayó dentro pero mantuvo la cabeza en alto. El niño estaba bastante asustado, sólo tenía algunos moretones en los pies", dijo un testigo a la prensa local.

Los agentes de policía llegaron al lugar poco después y la tapa de la alcantarilla rota fue reparada con cemento, para asegurarse de que ningún otro niño pase por lo mismo.

Fuente: Infobae