TIJUANA.- En la última reunión del consejo directivo del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank), se anunció la reincorporación de criterios ambientales, sociales y de gobernanza en la evaluación, producción y monitoreo de proyectos, retomando así los principios de la desaparecida Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF), situación que una oportunidad para avanzar hacia una mayor justicia ambiental en la región fronteriza. 

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El director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C. (CIGA) José Carmelo Zavala Álvarez explicó que la COCEF fue creada junto a la institución financiera bilateral en los años noventa en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) para apoyar la infraestructura ambiental en la frontera entre México y Estados Unidos.

En sus inicios, la COCEF estableció que se certificarían proyectos dentro de una región de 100 km arriba y 100 km abajo de la frontera, con parámetros de alta sustentabilidad y desarrollo ambiental. Sin embargo, tras la fusión de las instituciones, el NADBank se mantuvo con sede en San Antonio, Texas, y se observó una disminución en la aplicación de estos criterios.

El experto ambiental reconoció que la decisión tomada busca rectificar esta situación y reintegrar los criterios de sustentabilidad en los proyectos que se financian; medida especialmente relevante en casos como el proyecto de apoyo a la flotilla de camiones a diésel en Tijuana, que ha generado controversia por su impacto ambiental en una zona de población menos favorecida. Es importante considerar que la calidad del aire en la región es compartida y no se limita a un solo lado de la frontera.


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Zavala Álvarez comentó que si bien, no todos los criterios de la COCEF podrán ser recuperados, se espera que esta nueva postura del NADBank permita una mayor claridad y transparencia en la evaluación de los proyectos en los 400 kilómetros compartidos a lo largo de los 3 mil kilómetros que mide la frontera entre ambos países. 

Cabe recordar que la franja inicial abarcaba 100 kilómetros en cada lado de la frontera y posteriormente el alcance en el lado sur se amplió hasta 300 kilómetros, manteniendo la cobertura al norte de la misma.

"Estamos contentos con este esfuerzo y esperamos que sea exitoso. Sin duda, no se podrá recuperar todo lo perdido, pero es una oportunidad para avanzar hacia una mayor justicia ambiental en la región fronteriza", agregó el egresado del grupo LEAD por el Colegio de México. 

El director del CIGA consideró que de esta forma el banco binacional se compromete a revisar y evaluar rigurosamente cada proyecto, considerando los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza para asegurar una inversión responsable y sostenible en la frontera entre México y Estados Unidos.

"Esperamos que, con estos nuevos criterios adoptados por el consejo directivo del banco, se consideren con mayor claridad y transparencia los proyectos que se financian a lo ancho de estos 400 km de frontera.", finalizó.