Los diversos estudios evolucionistas aseguran que el atractivo físico de una persona, es una de las mayores señales de que ésta nos conviene en el plano biológico. Es indicador de que es fértil, con muy buenos genes y un sistema inmune demasiado preparado. Se ha realizado cientos de estudios para corroborar esta teoría.
El doctor Colin Hendrie, profesor de etiología humana y animal, de la Universidad de Leeds, ha liderado un experimento para saber si el tamaño de las caderas de una mujer, puede predecir su comportamiento al hacerlo. Para ello, contó con una población de 148 mujeres voluntarias de entre 18 y 26 años.
Todas ellas habían tenido por lo menos una pareja en toda su vida. Los investigadores midieron lo ancho de sus caderas, así como su circunferencia en el punto más ancho y el más estrecho. Además, las participantes completaron un cuestionario sobre sus antecedentes en la vida en pareja, incluyendo la edad en la que lo hicieron por primera vez, el número de parejas que han tenido y cuáles han sido más significativas.
Los investigadores concluyeron que existe una estrecha relación entre el tamaño de las caderas y el número de parejas que puede tener una mujer. Las mujeres con caderas más anchas lo habían hecho más veces, y por tanto más parejas.