CULIACÁN. - En un movimiento estratégico para fortalecer la seguridad en Sinaloa, 200 militares del Ejército Mexicano, pertenecientes al cuerpo de Fuerzas Especiales, llegaron a Culiacán el pasado viernes 26 de julio. Este despliegue sigue a la reciente detención de dos de los criminales más buscados: Ismael "El Mayo" Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán en Estados Unidos.

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La llegada de los elementos de las Fuerzas Especiales se llevó a cabo en la base aérea militar número 10 de Culiacán. Desde ahí, los efectivos se movilizaron en convoyes, acompañados por integrantes de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, demostrando una sólida colaboración entre distintas fuerzas de seguridad.


México no participó en la detención de El Mayo Zambada


Los militares desplegados en Culiacán tienen la misión de realizar labores de disuasión, prevención, reconocimiento y patrullaje. Además, establecerán puestos militares de seguridad en puntos estratégicos de la ciudad. El objetivo principal de estas acciones es proteger a la población y garantizar un ambiente de paz y seguridad en la región.

La detención de "El Mayo" Zambada y Joaquín Guzmán López representa un golpe significativo para el narcotráfico en la región. Estos líderes del crimen organizado eran figuras clave en las operaciones del Cártel de Sinaloa, uno de los grupos delictivos más poderosos y peligrosos del país. Su aprehensión es vista como un paso crucial en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

El despliegue de las Fuerzas Especiales en Culiacán es parte de una estrategia más amplia de seguridad implementada por el gobierno mexicano. La cooperación entre el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y las autoridades estatales subraya el compromiso de las instituciones de seguridad para enfrentar y combatir las amenazas del crimen organizado en Sinaloa.