CIUDAD DE MÉXICO.- La Línea 12 del Metro donde el pasado 3 de mayo de registró el colapso del tramo elevado de la estación Olivos que dejó 26 muertos y decenas de heridos, operaba en 'óptimas condiciones' después del sismo de 7.1 grados del 19 de septiembre de 2017, reveló el informe técnico.

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A solicitud del Senado, el gobierno capitalino remitió en 2018 un informe que concluía que la Línea 12 que operaba dichas condiciones de seguridad, tanto para usuarios como para los trabajadores.


La Subdirección General de Mantenimiento del Metro, envió a la Cámara Alta el “Informe Pormenorizado de los Daños Ocasionados en la Línea 12 por el Sismo del 19 de Septiembre de 2017”, en el que se detalla que el 30 de octubre de ese año se reabrieron las seis estaciones que permanecieron cerradas a consecuencia del sismo que dejó grandes daños.


Tras la reapertura de las estaciones, transcurrió un año para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno.


En el informe se detalló que el Metro en ese momento bajo la dirección de Jorge Gaviño, en conjunto con distintas empresas y 10 peritos en estructuras de la Asociación Mexicana de Directores Responsables de Obra y Corresponsables (AMDROC), así como la Comisión Federal de Electricidad, revisaron las instalaciones e infraestructura de la Línea 12.


Asimismo, en la inspección se reveló que sólo se presentaron daños en los acabados en pisos y muros, y en elementos estructurales menores, lo que permitió que el mismo día del sismo se restablecería la operación en el 95% de las estaciones.


Sin embargo, seis estaciones resultaron con daños en elementos estructurales, en tramos de interestación de la zona elevada. En los elementos estructurales primarios, se identificaron dos daños importantes: en el tramo Zapotitlán-Nopalera en las curvas 11 y 12; el otro en una columna en el tramo Nopalera-Olivos, la cual presentó desprendimiento del recubrimiento, y un agrietamiento en la parte inferior.


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Por la revisión, se realizaron los trabajos en campo y gabinete para identificar las condiciones de seguridad de las estructuras en la zona coincidente con la columna 69 afectada del tramo Nopalera-Olivos -área del reciente incidente-.


Fue ahí donde se incluyó una revisión al diseño original del elemento y una verificación en campo, para saber si se respetó lo determinado en el proyecto ejecutivo-en la calidad de materiales y en procedimientos constructivos-.


Del 25 de septiembre al 1 de octubre de 2017, “se apuntalaron trabes que conforman el tramo elevado en la zona dañada con una estructura de acero provisional. Se apuntalaron las trabes que conforman el tramo en la zona dañada con una estructura de acero provisional compuesta por tubería redonda de 10 pulgadas de diámetro. Con este apuntalamiento fue posible la circulación segura de trenes y permitió realizar sin riesgos la rehabilitación de las estructuras dañadas del viaducto elevado”, detalla el escrito.

El proceso de rehabilitación de la columna 69, consistió en el retiro del recubrimiento en una altura de 4.50 metros, donde se aplicaron resinas epóxicas para recuperar las propiedades mecánicas del concreto.


Después, se colocó un encamisado con 150 varillas cubiertas con concreto de resistencia con lo que se elevó su capacidad de carga; cuando el concreto tuvo bajo contenido de humedad, se cubrió con fibra de carbono.


Como medida preventiva se realizaron sondeos del acero de refuerzo con equipos de ultrasonido en 266 columnas coladas en el sitio del viaducto elevado de la Línea 12, sin que existiera un reporte de daños.

El 19 de octubre de 2017 se concluyeron las pruebas de paso de trenes simultáneos en la zona de la columna 69 rehabilitada, "los cuales contenían una carga equivalente al peso de usuarios en hora pico" y comprobándose que la estructura no registró ningún desplazamiento o deformación.

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