Un hombre que pasó más de dos décadas en prisión por homicidio y fue liberado tras determinarse que ya no representaba un riesgo fue encontrado culpable esta semana de otro asesinato.
Un jurado en Maine demoró menos de una hora en declarar a Albert Flickculpable del asesinato de Kimberly Dobbie, a quien apuñaló 11 veces mientras sus hijos observaban la trágica escena. El crimen es casi idéntico al que lo llevó a pasar 25 años tras las rejas.
De acuerdo con el New York Post, el sujeto de 77 años fue sentenciado en 1979 tras asesinar a su esposa Sandra, a quien apuñaló 14 veces en presencia de su hija. El hombre fue puesto en libertad en 2004, pero regresó a prisión por agredir a una mujer.
Aunque el jurado propuso una sentencia más larga, el juez ignoró la recomendación, asegurando que Flick no sería una amenaza debido a su edad. Cuatro años más tarde, en 2014, recuperó su libertad y se mudó a Lewiston, donde conoció a Dobbie, una mujer sin hogar.
Según la fiscal, Flick se obsesionó con la mujer de 48 años y la acosaba, al punto de cenar constantemente en el refugio en el que ella se alojaba.
Bud Ellis, fiscal asistente, dijo al jurado que Flick llevó a cabo el crimen porque sabía que la mujer pensaba dejar la ciudad.
Con un par de cuchillos que compró dos días antes en Walmart, el sujeto atacó a su víctima a plena luz del día afuera de una lavandería. El asesinato fue observado por sus gemelos de 11 años y captado por cámaras de seguridad.
Flick, quien perforó el corazón y pulmones de Dobbie en el ataque, será sentenciado en agosto y enfrenta una sentencia de cadena perpetua.