PARÍS, FRANCIA.- La segunda ola de calor que golpea a Europa este verano sigue rompiendo récords.
Ayer, París alcanzó los 42.6 grados centígrados, con lo que rompió el récord vigente desde 1947, y se mantiene en alerta roja.
Las autoridades dijeron que la temperatura seguía en ascenso debido a una masa de aire cálido y seco del norte de África que ha quedado atrapada entre dos sistemas tormentosos fríos.
En la capital francesa, usuarios del metro tenían que soportar temperaturas asfixiantes para ir a trabajar.
Hace muchísimo calor en el metro, es insoportable. Hay muchísimas personas, no hay aire acondicionado y estamos los unos encima de los otros”, lamentó Petra Ulm, una austriaca de 34 años que vive en Francia.
Desde la ola de calor de 2003, la peor de la historia de Francia con 15 mil muertos, las autoridades enfatizan en los riesgos para las personas vulnerables, pero este año extendieron las advertencias a toda la población.
Además, Londres registró temperaturas de 36.9, y Cambridge 38.1.
En Blokhus, Dinamarca, grupos de personas acudieron a la playa, acamparon y se asolearon.
En este contexto, un niño de tres años murió de deshidratación en Austria. Fue hallado inconsciente el lunes en un vehículo estacionado bajo el sol y murió el miércoles.
Además, los servicios de emergencia alertaron a la población de los peligros de refrescarse de forma brusca en lagos, ríos o el mar después de que los cuerpos de tres personas fueran sacados del agua el miércoles pasado.
Un estudio del Servicio Meteorológico Nacional británico reveló que una ola de calor como la que batió el récord del año pasado tenía 30 veces más probabilidades de ocurrir que en 1750 debido a la alta cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
Especialistas en clima explicaron que tales olas de calor son cada vez más frecuentes como resultado del calentamiento global por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por lo cual se espera que el calor persista, al menos, hasta hoy.
Fuente: Excélsior