ENSENADA.- Lucero Rubí Ojeda Huerta, de 28 años de edad y asesinada en la delegación de Vicente Guerrero, fue víctima de la violencia por parte de Pedro Martínez Castro, hasta el último día de su vida.

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La Fiscalía General del Estado de Baja California tiene constancia de las agresiones en denuncias interpuestas, y no la protegió.

Este día, como cualquier otro, Rubí acudió a laborar al centro de salud, de la calle San Borja. A la clínica llegó disfrazado de enfermero Pedro, su expareja y padre de su hijo, quien al verla le disparó en el pecho y cabeza. Posteriormente, el agresor se atrincheró en el lugar y se quitó la vida.


Asesinan a enfermera en Centro de Salud


Este día hubiera sido distinto para Rubí, si autoridades de la Fiscalía General del Estado hubieran escuchado su grito desesperado a través de las cuatro denuncias interpuestas por Rubí durante este año en contra de Pedro; dos por lesiones agravadas y dos por privación ilegal de la libertad. La última denuncia la interpuso el pasado 10 de septiembre.

En días recientes, Pedro privó de la libertad a Rubí, la llevó a una playa del poblado donde la agredió físicamente, al tiempo que le apuntaba en la cabeza con una pistola. Policías municipales lo detuvieron, pero después fue liberado.

Rubí mantuvo una relación de pareja con Pedro durante 8 años. Tenían separados ocho meses a causa de la continua violencia de la que era víctima.

 Rubí acudió a las oficinas de la FGE en San Quintín para preguntar avances sobre las denuncias interpuestas, pero nadie le dio respuestas, argumentando que el agente que lleva su caso está contagiado de Covid-19 y no está trabajando.

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