Juan Luis Laguna Palomares, mejor conocido como ‘El Pirata de Culiacán’, fue asesinado el pasado 19 de diciembre de 2017, al interior de un bar en Zapopan, Jalisco; derivado de los exámenes forenses se conoció que falleció tras recibir 18 disparos en diferentes partes de cuerpo, los cuales terminaron con la fama que tenía este joven de apenas 17 años de edad.

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¿En el olvido?

A casi dos años del asesinato, las autoridades no han dado con los responsables, ni han vuelto a abordar el tema. Además, las personas que lo rodeaban pareciera que ya lo olvidaron.

Y es que la tumba donde yacen los restos de ‘El Pirata de Culiacán’ luce en total abandono; a simple vista se ven floreros sin agua y flores totalmente marchitas junto a una pequeña cruz de fierro en la que se lee el nombre del joven, la fecha de su deceso y el mensaje de “Dios te bendiga”.

La tumba es de lo más sencilla, contrario a lo que fueron los últimos meses de su vida que estuvo rodeado de lujos. El sepulcro fue hecho de concreto, encima resalta una cruz, todo está pintado de color azul.

Alrededor de la tumba de Juan Luis Laguna se pueden  observar variedades de sepulcros, algunos con un poco más de lujo que otros.

Los restos yacen en el Panteón de las Calacas, ubicado en el poblado de Villa Juárez, Novolato.