Durante décadas, Amanda Scarpinati se aferró a unas fotos en blanco y negro donde aparecía una enfermera que la sostenía cuando tenía 3 meses de edad.
Las fotos de 1977 fueron tomadas en el Centro Médico de Albany en Nueva York después de que Amanda cayese de un sofá al interior de un humidificador de vapor caliente. Sufrió quemaduras severas de tercer grado y su cabeza estaba envuelta en una gruesa gasa.
Durante los siguientes años, Amanda se sometió a varias cirugías y fue objeto de burlas por sus compañeros de clase. La enfermera que aparece en la fotografía le proporcionó mucho más que simplemente ayuda médica.
“Crecí como una niña desfigurada por las quemaduras, fui intimidada y atormentada“, dijo Amanda Scarpinati a Associated Press. “Miraba esas fotos y quería hablar con ella, a pesar de que no sabía quién era. Me producía sosiego y paz mirar a esa mujer que parecía tan sincera, cuidando de mí“.
Amanda esperaba encontrar algún día a la enfermera que le dio consuelo en esos momentos tan graves. Después de 20 años de búsqueda sin suerte, Amanda pensó en usar los medios sociales. Ella compartió estas preciosas fotos en su página de Facebook y escribió; “Me encantaría saber su nombre y, posiblemente, tener la oportunidad de hablar con ella y conocerla. Por favor, comparta esto porque nunca se sabe hasta quién podría llegar“.
Su mensaje se hizo viral y lo que sucedió después es verdaderamente conmovedor.
En 1977, cuando Amanda Scarpinati fue de 3 meses de edad, fue trasladada de urgencia al Centro Médico de Albany en Nueva York con quemaduras de tercer grado. Ella había caído accidentalmente desde un sofá en un humidificador de vapor caliente.
En el centro médico, una joven enfermera se preocupaba por ella. Las fotografías en blanco y negro muestran como Amanda está en sus brazos mientra ella la mira felizmente.
Fueron estas fotos llenas de amor las que ayudaron a Amanda durantes los siguientes años, cuando se sometió a varias cirugías y fue objeto de burlas en la escuela.
“Crecí como una niña desfigurada por las quemaduras, fui intimidada y atormentada”, dijo Amanda a Associated Press. “Miraba esas fotos y quería hablar con ella, a pesar de que no sabía quién era. Me producía sosiego y paz mirar a esa mujer que parecía tan sincera, cuidando de mí“.
Durante 20 años, trató de encontrar a esa enfermera tan especial, pero no tuvo suerte.
Fue entonces cuando decidió a acudir a los medios de comunicación social y compartió las fotos en su página de Facebook, junto con una petición para encontrarla.
Su mensaje se hizo viral y un día más tarde recibió el mensaje que siempre había esperado.
Angela Leary, quien trabajó con la enfermera en el hospital ese año, la identificó como Susan Berger.
Berger tenía 21 años en ese momento y acababa de salir de la universidad. Y resulta que, ahora era vicepresidenta ejecutiva de Cazenovia College de Nueva York se acordaba de Amanda e incluso se aferraba a las mismas fotos. Berger incluso habló de la niña a la que había atendido, a su familia y amigos.
“Era muy tranquila“, dijo. “Por lo general, cuando los bebés salen de una cirugía están durmiendo o llorando. Pero ella estaba tan tranquila y confiada. Fue increíble.”
Poco después, los dos tuvieron un emotivo reencuentro después de 38 años.
“No sé cuántas enfermeras pueden tener la suerte de vivir algo como esto, que alguien te recuerde durante todo ese tiempo“, dijo Berger. “Me siento privilegiada de ser alguien que representa a todas las enfermeras que cuidaron de ella en los últimos años.”
Vea el momento conmovedor en el que se reunen en el siguiente vídeo:
https://youtu.be/UTp1uPB1p9g
Si bien el trabajo de una enfermera a veces se pasa por alto, la búsqueda de Amanda para encontrar a Susan Berger demuestra lo importante que son en realidad. También hace hincapié en el efecto positivo que una persona puede tener sobre la otra.