La primera vez que Sam Van Aken vio ramas de árboles siendo injertadas y creciendo en otros árboles, lo comparó con Frankenstein.
Sin embargo, cuando el proceso se convirtió en una fascinación a tiempo completo, el profesor de arte de la Universidad de Syracuse no buscó crear un monstruo sino una obra de arte.
“Veo el ‘árbol de 40 frutas’ como una obra de arte, un proyecto de investigación y una forma de conservación”, dijo Van Aken en una charla TEDxManhattan en el 2014.
Él utiliza injertos para crear los árboles, lo cual consiste en cortar los brotes de un árbol de frutas e injertarlos a las ramas laterales de un portainjerto hasta que quedan como parte del mismo. Las ramas de los diferentes árboles frutales crecen en el portainjerto, el que suele ser una variedad de árbol natural para el clima y el suelo de la zona. Esto permite que la fruta se cultive en áreas que de otra manera no admitirían ese tipo de árbol. Van Aken ha plantado 16 árboles en siete estados a lo largo del país.
“Cada espacio es único”, le dijo Van Aken a CNN acerca de los diversos museos de arte, campus universitarios y terrenos privados donde se cultivan los árboles.
Se espera que el árbol más reciente sea plantado en el otoño en el “Children’s Discovery Museum of San Jose”. Será la pieza central de la nueva expansión del jardín del museo. Autumn Young, director de marketing del museo, dijo que el árbol será parte del programa de educación ambiental de la organización.
“Es una oportunidad maravillosa para que los niños interactúen con una pieza de arte que también produce fruta”, dijo Young. “Es una oportunidad de enseñanza”.
El árbol de San José contará con variedades de frutas de hueso que son históricas en la zona, lo que permitirá que los visitantes conozcan la historia local.
El proyecto de Van Aken utiliza más de 250 variedades de fruta de hueso. Cada árbol tiene una combinación diferente de reliquias. También se ha convertido en un proyecto de conservación ya que los mercados comerciales han reducido la diversidad de frutas de hueso disponibles.
La plantación de los árboles en diversos lugares puede aumentar la diversidad de frutas de la zona, así como cumplir con otra parte importante de la visión de Van Aken: el arte.
Años de diagramación y planificación le permiten esculpir los árboles para que florezcan continuamente durante más de un mes. Después de una primavera de brillantes flores de colores rosa, blanco y carmesí, las ramas producen su propia e inconfundible fruta.
Van Aken quiere que las personas se tropiecen con ellos y hagan preguntas sobre lo que están viendo, ya que la combinación de colores y frutas es algo fuera de lo común.
Los árboles crecen más diversos en colores y frutas cada año. Van Aken normalmente las planta con 20 de las 40 variedades que ya se están cultivando. Él regresa luego de unos cuantos años para podarlo e injertar el resto de las variedades, hasta que llega a 40. El primer árbol fue plantado en el 2011 y se espera que esté en plena floración en unos tres años aproximadamente.
Trabajar con árboles como un arte presenta un conjunto único de desafíos. Van Aken se crió en una granja de Pensilvania, pero dijo que con este proyecto desarrolló un mayor respeto por los productores y agricultores. En piezas de arte comunes, los artistas esculpen y crean con sus manos. Este tipo de arte lo obliga a aprender del árbol y a trabajar con él a medida que crece.
“Realmente no puedes controlar qué injerto va a crecer con más éxito que otros”, dijo. “No existe un diseño o modelo establecido”.
Los árboles de Van Aken se pueden encontrar en Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania.
Información de CNN