GUANAJUATO.- Hombre de 31 años de edad deja morir a su hijo y lo sepulta dentro de maleta en el patio de su casa ubicada en la comunidad San José de Gracia en Yuriria.

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El 8 de octubre, Juan Diego estaba en casa con su esposa e hijos de cuatro y dos años, este último presentó convulsiones por lo que la mamá pidió que lo llevara al hospital, pero él se negó.


La mujer cargó con sus hijos y cuando se disponía a salir en busca de ayuda, en la puerta Juan Diego la tomó con fuerza y la jaló del cabello, la tiró al suelo con sus menores.


Ante la súplica a gritos mientras el sujeto le pegaba en la cara los vecinos se percataron del hecho y alertaron a las autoridades.


“En un momento determinado se acercó al niño inconsciente y le dio un manotazo en la cara, mientras le expresaba una serie de insultos. El niño poco a poco dejó de respirar. La madre, al notar eso, toma al menor y lo recuesta sobre una cama", revelaron autoridades.


El presunto homicida confirmó que el niño estaba muerto, lo cargó y salió al patio en donde lo ocultó en una maleta.
Luego, un funcionario del DIF llegó al domicilio para supervisar la salud de tres niños; se asomó por una ventana y observó a dos desnudos.


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El padre de los menores abrió la puerta, le permitió el y el funcionario observó desorden y percibió un olor “peculiar”, hizo preguntas de rutina y al verificar que no estaba el niño cuestionó al padre, quien respondió que su mamá se lo había llevado a la comunidad de Xoconostle.


La madre fue localizada y al ser entrevistada aseguró que estaba en casa con su padre, en San José de Gracia, por lo que denunció el hecho ante el Ministerio Público.


Por su parte, elementos de la Agencia de Investigación Criminal arrestaron al sujeto este 1ro de noviembre y la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció que se encuentra vinculado a proceso penal por el delito de Homicidio en Razón de Parentesco, por el que podría ser condenado a 35 años de prisión.


Cabe señalar que el 26 de octubre, la visita de personal del DIF al domicilio de Juan Diego, quien tenía antecedentes de violentar a los menores, puso al descubierto la ausencia del niño de dos años, ante las contradicciones junto a su progenitora.


"Lo mejor era dejar que se muriera, porque desde que la mujer estaba embarazada del pequeño tenía la sospecha de que el niño no era de él”, reveló la policía tras entrevistar a la madre del menor, por ello, el DIF vigilaba el estado físico de los niños en donde vivían.

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