GUADALAJARA.- Alexis Vega lo volvió a hacer: se convirtió en el verdugo del Atlas y en tópico mundial por su festejo en el que enseñó las nalgas.
Vega le dio el triunfo a las Chivas con su solitaria anotación en el Clásico Tapatío.
Era el minuto 63, Alexis toma el balón en el sector izquierdo, fuera del área, y su mirada ya estaba puesta en el ángulo de la portería que defendía Vargas.
Su pierna derecha fue un fusil que condenó toda aspiración del portero colombiano por detener el disparo. Imposible su vuelo y el golazo del delantero se consumaba para despertar a un estadio que reclamaba emociones.
Y fue tanta la emoción del goleador que hasta enseñó demás.