PLAYAS DE ROSARITO. - La denuncia de hechos delictivos se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar la seguridad y la justicia. Este proceso no solo ayuda a combatir la criminalidad, sino que también empodera a las comunidades, permitiendo a los ciudadanos desempeñar un papel activo en la protección de su entorno y en la creación de un espacio seguro para sus familias, consideró la CPMI. Lorena Meléndez Yáñez, presidenta de la Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C.
“La cultura de la denuncia es fundamental para la prevención del delito. Cuando las personas se sienten seguras para denunciar, se establece un círculo virtuoso en el que la criminalidad puede ser abordada de manera más efectiva. La denuncia oportuna permite a las autoridades actuar rápidamente, prevenir futuros delitos y garantizar que los culpables sean llevados ante la justicia”, declaró Meléndez Yáñez.
Las madres y padres de familia tienen un rol crucial en la promoción de la cultura de la denuncia. Al inculcar en sus hijos la importancia de la legalidad y la responsabilidad cívica, contribuyen a la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con el bienestar común. “Es vital que las familias comprendan que denunciar no es solo un derecho, sino también un deber que fortalece el tejido social”, apuntó.
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A pesar de su importancia, muchas personas aún se enfrentan a barreras significativas al momento de denunciar un delito. El miedo a las represalias, la desconfianza en las autoridades y la falta de conocimiento sobre el proceso de denuncia son algunos de los obstáculos más comunes. Para superar estos desafíos, Lorena Meléndez hizo un llamado a las autoridades a implementar programas educativos que informen a la población sobre sus derechos y los procedimientos de denuncia. Además, deben trabajar para construir confianza a través de la transparencia y la eficiencia en la gestión de las denuncias.
“El papel de la Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C., es construir un vínculo entre la comunidad y las autoridades. A través de seminarios de prevención que impartimos a mujeres y jóvenes estudiantes, acercamos a nuestra comunidad herramientas de conocimiento para que sepan cómo actuar en situaciones delicadas”, detalló.
Lorena Meléndez dijo que iniciativas como campañas de sensibilización, talleres de formación y la creación de canales seguros y accesibles para la denuncia pueden hacer una gran diferencia. “Estas acciones no solo deben centrarse en la denuncia de delitos mayores, sino también en la lucha contra el acoso escolar, la violencia doméstica y otras formas de abuso que afectan directamente a las familias”, añadió.
La promoción de la cultura de la denuncia requiere un compromiso colectivo. Las familias, las instituciones y las autoridades deben trabajar juntas para crear un entorno en el que la denuncia sea vista como un acto de responsabilidad y valentía. Al hacerlo, no solo se protege a los individuos, sino que se fortalece la comunidad en su conjunto, asegurando un futuro más seguro y justo para todos.
En resumen, fomentar la cultura de la denuncia es una tarea que nos concierne a todos. Al educar y empoderar a las familias para que se sientan seguras y capaces de denunciar, estamos construyendo una sociedad más fuerte, justa y resiliente. Invitemos a todos a ser parte de este cambio, denunciando el delito y protegiendo a nuestras comunidades.