MEXICALI.- “Gobierno de México, escucha a tus trabajadores. Nosotros cumplimos nuestras obligaciones. Haz valer nuestro derecho a la salud”, expresa una pancarta colocada a la entrada del parque industrial Siglo 21, donde trabajadores de las fábricas Jonathan y MTE protestan, exigiendo que las plantas donde laboran paren sus labores, por no tener actividades esenciales.

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Así comenzó el cuarto día de protestas en las maquiladoras de esta capital, en el cual las protestas continuaron, pero también las reacciones virulentas de los patrones.

Ocurrió así en Carson, donde la empresa, cual época porfiriana, encerró a sus trabajadores dentro de la nave industrial, para así impedir que salieran a platicar con sus representantes sindicales o medios de comunicación.


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Desde el interior, los obreros denunciaron que la empresa no les ha brindado equipo para cuidar su salud, ni ha seguido los protocolos, pese a que, entre los empleados, ya hay un caso confirmado y otro sospechoso de COVID-19.

Y cuatro días después de iniciado el movimiento, a Clover Wireless, uno de sus epicentros, concurrieron las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Estado, que cerraron la planta, pero solamente por el jueves y viernes santos, lo que un representante del citado ministerio calificó de “un gran avance”.

Una obrera, ya mayor, se acercó a decirle a dicho representante que la estaban obligando a trabajar, relatándole que, además de ser persona con alto riesgo de contraer el Covid-19 por su edad, tenía hipertensión. Ante ello, el funcionario le preguntó “¿tiene sus estudios?”, para comprobarlo. La rechifla fue inmensa.

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Empresas Maquiladoras (SIBATREM), Eduardo Castañeda, presente en el lugar, hizo patente su molestia por la forma en que se han comportado los empresarios en estos días, criticando que Skyworks haya buscado comprar impunidad, al donar equipo de protección sanitaria a los gobiernos morenistas.

“Esperemos que no sea un motivo para que no se clausure a la empresa, porque vemos cómo están pisoteando a los trabajadores”, indicó el líder obrero, quien agregó, con sorna, que los cubrebocas que Skyworks le regaló a la secretaría de Salud “eran de excelente calidad, mientras a sus empleados los tenían con unos cubrebocas súper delgados, y hay algunos (obreros) que no tienen”.

“Se están pasando. Se están destapando muchas cosas. La clase empresarial nos pone el pie en el cuello”, sentenció.

Las protestas también se hicieron presentes en Johnson Controls, Sanko Electronic y Rheem, una compañía que fabrica boilers, que, indicó Castañeda “no son necesarios para la emergencia sanitaria”.


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