TIJUANA. – Con una notable cooperación global, la humanidad ha logrado avances significativos en la regeneración de la capa de ozono, demostrando que un esfuerzo coordinado y colectivo puede revertir los daños ambientales y proteger la vida en nuestro planeta.
La capa de ozono, ubicada en la estratosfera, actúa como un escudo esencial para la vida en la Tierra. Su composición absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) que llega con los rayos solares. En las últimas décadas, este escudo natural se debilitó debido a la acción humana, que desarrolló y emitió químicos dañinos, explicó el IBQ. José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX).
Rescatan a dos niñas tras incendio en Infonavit Latinos
“La capa de ozono se dañó con compuestos que se llaman clorofluorocarbonos (CFCs), usados en aerosoles, refrigerantes y productos de limpieza industrial que utilizamos por mucho tiempo. Nos dimos cuenta, allá por los años 70, que estaban creando un agujero en la capa de ozono. Esto permite que los rayos ultravioletas entren directamente, causando ceguera en algunas personas y aumentando los casos de cáncer de piel”, agregó Zavala Álvarez.
El Acuerdo de Montreal, firmado en 1987, marcó un punto de inflexión en la protección de la capa de ozono. Este acuerdo internacional reconoció el impacto devastador de los CFCs y otras sustancias destructoras de la capa de ozono. Veintisiete años después de que 190 países se comprometieron a eliminar estos compuestos dañinos, la capa de ozono ya muestra señales de recuperación.
José Carmelo Zavala, egresado del Programa LEAD por el Colegio de México, destacó el éxito del Acuerdo de Montreal como un recordatorio de que la cooperación entre individuos, empresas y gobiernos puede aumentar la posibilidad de superar los retos a los que se enfrenta la humanidad, como el cambio climático, la contaminación del aire y la pérdida de biodiversidad. Problemas ambientales que parecen gigantes, pero con acuerdos, vale la pena mantener la esperanza.
“Actualmente, aún puede haber artículos que contienen sustancias que dañan la capa de ozono. Como habitantes de este planeta, es importante revisar las etiquetas de los productos para evitar comprar aquellos con CFCs. No debemos patrocinar productos que dañan el ambiente”, enfatizó.
Otro de los grandes retos es la reducción de las emisiones de los vehículos que funcionan con combustibles fósiles, los cuales son una de las principales fuentes de contaminación del aire. Sus compuestos dañinos, como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COVs), contribuyen a la contaminación atmosférica y también tienen impacto en la degradación del ozono y contribuyen al efecto invernadero.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el restablecimiento del escudo protector del planeta ayudará a evitar hasta un 0.5 °C de calentamiento global. Si las políticas climáticas actuales se mantienen, la capa de ozono podría recuperar los niveles de 1980. Aproximadamente en 2066 sería notorio en la Antártida, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2040 en el resto del mundo.
El experto en temas ambientales consideró que el éxito del Protocolo de Montreal es una prueba de que la humanidad puede revertir un desastre ambiental a través de la cooperación global. Para los retos locales también, vale la pena hacer compatible el medio ambiente con la economía y el interés social; esto se traduce en desarrollo sustentable.
Desde la trinchera del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., sumamos esfuerzos con el Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable. Todos los miércoles, a las 18:00 horas (Pacífico) y 19:00 horas (Centro), a través de Internet, expertos en diversos temas de gestión ambiental aportan conocimiento y experiencia para el desarrollo sustentable.