TIJUANA.- La violencia hace que las personas dejen sus casas y hasta su familia, como es el caso de los cientos de migrantes michoacanos que han llegado hasta esta frontera, como es el caso de Teresa García y sus hijos.

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“Porque mataron a mi esposo, recibimos amenazas nosotros también, como que a él lo habían invitado a participar con ellos y nos amenazaron que nos iban a hacer lo mismo por no cooperar, yo me tuve que venir con mis hijos, mis dos nietos y una nuera”, comparte Teresa García.

La violencia mueve a familias completas, como a Doña Josefina quien con 94 años de edad acompaña a sus hijos, nueras y nietos, a ella también el crimen organizado le arrebato a 4 sobrinos.


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“Por ese motivo de que me mataron mis sobrinos, mis hijos, mejor eso, nos salimos de allá, soy de Atomistaquillo, de ahí venimos”, dice la Señora Josefina.

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“El Cártel de Jalisco, los viagras, los caballeros templarios, son grupos que entre ellos mismos se están peleando, llegan unos, sacan a los otros, entre esas guerras queda uno, si ocupan gente, y te dicen sino vas a pelear, te dicen lárgate de aquí, queremos salvación, donde trabajar, donde vamos a pasar la familia”, explica migrante.

Sin existir un censo de cuantas personas provenientes de Michoacán se encuentran en Tijuana, lo que si se sabe es que miles están dejando ese Estado por violencia, otro rostro de la migración en México.


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