TIJUANA.- Baja California continua en una emergencia educativa, pues siguen sin atenderse los efectos nocivos de la pandemia, y por si esto fuera poco, con los nuevos libros de texto se está reduciendo aún más la calidad de la enseñanza, destacó Alfredo Postlethwaite Duhagón, presidente de la Coalición para la Participación Social en la Educación (COPASE).

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Al referirse al incremento de la matrícula escolar en educación básica en 0.06%, al inicio del presente año escolar, con relación al inmediato anterior, 2022-2023, indicó que solo se están comparando dos ciclos y serían necesarios por lo menos dos antes de la pandemia y dos después para tener una evaluación más exacta.

Citó que con relación al año pasado, los  661 mil 310 inscritos en el presente ciclo sí representan un incremento en la matrícula, pero si se les compara, por ejemplo con el ciclo escolar 2016-2017, cuando había 685 mil 073 inscritos, hay una caída del 3.4% que representa 23 mil 763 escolares menos en los últimos 5 años.


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Postlethwaite Duhagón insistió en que las estadísticas indican que anualmente 29 mil jóvenes abandonan la preparatoria, y que estamos en la posición 24 de las 32 entidades del país en matemáticas, lo cual inhibe la competitividad y desarrollo.

Continúan en rezago, añadió, los principales factores y los ejes estratégicos que inciden en la calidad de la enseñanza de un millón de alumnos inscritos en el sistema educativo estatal.

Reiteró que se necesita una nueva actitud y y una nueva aptitud del gobierno estatal para corregir el rumbo, pero señaló que a poco más de año y medio de iniciada la presente administración, el resultado en materia educativa es muy preocupante.

La realidad es que el sistema educativo estatal de Baja California se encuentra ante una emergencia generacional causada por el atraso acumulado en el nivel de aprendizaje, la desmotivación de los alumnos y la deserción escolar.

Más de 29 mil alumnos en el nivel preparatoria abandonan cada año sus estudios; esto es, el 40% de los estudiantes de preparatoria acaban condenados al trabajo informal o poco remunerador, a la desigualdad de oportunidades y en casos extremos, a la delincuencia, precisó el presidente de la COPASE. 

De continuar estos indicadores, advirtió, solo 2 de cada 10 estudiantes que ingresan a este nivel egresarán con los conocimientos que debieron adquirir para seguir estudiando, esto es un rendimiento neto efectivo de solo 24 %. Y en primaria y secundaria, en los tres últimos ciclos escolares, se observa una baja general en el promedio estatal de aprovechamiento escolar de los alumnos.  

El rendimiento académico de Baja California se encuentra en la posición 24 de las 32 entidades del país, es decir, solo 14 % de los alumnos cuentan con buen desempeño en matemáticas, lo que inhibe la competitividad del estado para atraer y retener el talento humano para un desarrollo económico sostenible con el propósito de elevar el bienestar social.

Sin embargo, lo más complicado es el atraso de dos años escolares por el debilitamiento de habilidades socioemocionales y el nivel de aprendizaje al regreso a clases presenciales, después de la pandemia, “y el gobierno actual sigue sin atender el problema, concluyó”.