AGENCIAS.- Luego del derrame tóxico de Grupo México que vertió tres mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés son los ciudadanos los que han evidenciado la catástrofe ecológica que esto ha dejado en el llamado Acuario del Mundo con la muerte de animales.
En plena temporada de anidación y desove de la tortuga marina, una de las grabaciones que más se ha difundido es la de una caguama en agonía en la playa San Francisco, de San Carlos, que se ubica como a 20 kilómetros de la Administración Portuaria Integral (API) de Guaymas donde el pasado martes, aproximadamente a las 15:00 horas del martes 9 de julio, la falla en una válvula ocasionó el derrame de tres metros cúbicos de ácido sulfúrico desde el tanque que recibe las purgas provenientes de las líneas de embargue.
Uno de los que hizo una denuncia pública fue el diputado local por Morena Charly Navarrete.
“Grupo México está acabando con nuestro entorno, destruye cerros, montañas, contamina nuestros ríos, el mar, nuestro ambiente, nos provoca enfermedades, nos mata de cáncer y mata toda clase de especies animales; Esto no quedara impune queremos y exigimos la cancelación de la concesión al grupo tóxico de Germán Larrea Motavelazco”, expresó.
Otras imágenes son de un lobo marino que también quedó varado en las playas de San Carlos Nuevo Guaymas, un puerto turístico que actualmente está al 100 por ciento de su capacidad de hospedaje porque en vacaciones de verano llegan miles de visitantes de Sonora, Chihuahua y Arizona en los Estados Unidos.
Hasta el momento ni la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), ni la Profepa, han emitido informes de lo ocurrido, tan poco se han presentado en el sitio o manifestado respecto a la mortandad de especies.
En la zona del desastre, que se ubica justamente en la entrada a la Bahía de Guaymas y el municipio porteño de Empalme, también se han reportado peces y moluscos sin vida, los cuales fueron atribuidos al contacto directo con el derrame tóxico por especialistas en ecología y biología de organismos acuáticos, que incluso tomaron muestras del agua y determinaron que el PH recobró sus niveles en la zona del impacto.