TIJUANA.- La Casa Hogar Sonrisa de Ángeles busca dar sepultura a los dos niños asesinados y carbonizados cuyos cuerpos no fueron reclamados y con esto evitar que sean enviados a la fosa común.
La religiosa Liliana Camacho quien es fundadora de la institución, explica que están tratando de conseguir el Ayuntamiento de Tijuana les condone los gastos del terreno en el panteón para lograr más rápido su objetivo.
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Esta misma casa hogar fue quien apoyó para recuperar y sepultar a la pequeña Dulce María, la pequeña que fue localizada al interior de una hielera y que tras varios meses estaba a punto de ser enviada a la fosa común.
Camacho señala que el caso de la niña, les dejó como legado buscar que ningún cadáver de niños que no sean reclamados sean enviados a la tumba como si nada.
En este momento, el proyecto es enterrar a los niños que fueron torturados y asesinados para después seguir con otras víctimas.
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