CIUDAD DE MÉXICO.- La compañía compañia de telecomunicaciones TollFreeForwarding desarrolló un prototipo en 3D de cómo luciría un humano del 2100, con base en los cambios físicos ocasionados por el uso excesivo de teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos.
Mindy
El prototipo al que llamaron Mindy, tiene una espalda encorvada, causada por horas sentada frente a un monitor en la oficina y un cuello un poco más alargado debido a la posición en la que se inclina la cabeza cada que alguien mira su teléfono celular. Es decir, el ajuste constante de la posición del cuerpo por volear hacia abajo para ver el teléfono, ha demostrado que deforma partes del cuerpo que determinan la postura, por esto, Mindy tiene la espalda completamente encorvada.
“Pasar horas mirando hacia abajo a tu teléfono te tensa el cuello y te quita el equilibrio”, dijo Caleb Backe, un experto en salud y bienestar de Maple Holistics, a quien la compañía consultó para la creación de Mindy.
Un cerebro reducido
Las adaptaciones de Mindy no se detienen ahí, ya que su cráneo se ha engrosado, lo que ayuda a proteger su cerebro de la radiación de radiofrecuencia emitida por los teléfonos inteligentes, lo que algunos consideran que puede tener graves consecuencias para la salud. Su cerebro también se ha reducido, basado en la teoría científica reciente de que un estilo de vida sedentario está reduciendo la capacidad del cerebro humano.
Mientras que su mano se ha moldeado permanentemente en un agarre parecido a una garra y su codo está doblado a 90 grados, debido a los largos periodos que pasa sosteniendo un teléfono inteligente.
“La forma en que sostenemos nuestros teléfonos puede causar tensión en ciertos puntos de contacto, lo que causa ‘garra de texto’ y ‘codo de 90 grados’, también conocido como síndrome del túnel cubital”, explicó la Dra. Nikola Djordjevic de Med Alert Help.
Problemas en la vista por el uso excesivo de teléfonos celulares
El cambio físico final de Mindy es posiblemente el más extravagante: tiene un segundo par de párpados para filtrar el exceso de luz emitida por los dispositivos de tecnología. Kasun Ratnayake de la Universidad de Toledo sugiere que este desarrollo evolutivo radical podría limitar la cantidad de luz dañina a la que están expuestos nuestros ojos. Si bien el modelo de Mindy es extremo y está diseñado para impactar, proporciona una representación visual interesante de un creciente cuerpo de investigación científica.