TIJUANA.- Desde hace al menos tres años, residentes de la zona cercana al bulevar Padre Kino, en la Zona Urbana Río, han denunciado el constante derrame de aguas negras a la vía pública, presuntamente provenientes de la Empacadora Rosarito, sin que hasta el momento las autoridades municipales o estatales hayan intervenido para resolver el problema.
Raquel Sánchez, representante de los vecinos explicó que el problema se origina en un terreno baldío ubicado a un costado del Hospital Core. En ese sitio, la empresa trata aguas residuales, pero, según acusan, el registro existente es insuficiente para el volumen que se maneja. Esto provoca que el agua contaminada termine fluyendo sobre el bulevar principal, generando malos olores, afectaciones a los transeúntes y suciedad en los vehículos que circulan por la zona.
“La situación es crítica. No se puede caminar por aquí sin inhalar los olores fétidos, y cuando llueve, el problema se agrava”, denunció Sánchez, quien también expresó preocupación por la cercanía del sitio con escuelas, hospitales y una guardería del IMSS, lo que incrementa el riesgo sanitario para niñas, niños y personas vulnerables.
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Los vecinos han recurrido a distintas instancias en busca de una solución. En primera instancia, presentaron un escrito al Ayuntamiento de Tijuana, el cual fue ignorado. Posteriormente, intentaron canalizar la queja a través de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), donde en un principio se levantó un reporte, pero después —según afirma Sánchez— les bloquearon el canal de comunicación por WhatsApp.
En la actual administración, también han buscado respuesta en la Dirección de Atención al Ambiente. De acuerdo con el artículo 7, fracción XIII del Reglamento de Protección al Ambiente de Tijuana, esta dependencia tiene la obligación de “prevenir y controlar la contaminación de las aguas que se descarguen en los sistemas de drenaje y alcantarillado provenientes de los establecimientos mercantiles y de servicios, así como evitar las vertidas a cielo abierto en el territorio del Municipio”.
Sin embargo, la única respuesta hasta el momento ha sido la solicitud de fotografías y videos por parte del personal de la Dirección, sin acciones concretas para mitigar la problemática.
“La situación ya es insostenible”, señalaron los colonos, quienes exigen una respuesta inmediata de las autoridades municipales y estatales, así como una revisión a fondo de las operaciones de la empacadora para evitar que continúe el foco de infección en esta zona de la ciudad.